Oficialmente es el día 23, pero como no he terminado de ponerme al corriente, continuaré con las anécdotas de los días anteriores. Por cierto, sigo escribiendo "anéctodas".
Día 9.
Fue un buen día, muy divertido y feliz. Llovió un poco pero, ¡no comí papas! Y aquí les dejo parte de una pequeña discusión en la clase de Política que es digna de recordar (porque me dio mucha risa). Estábamos hablando sobre cómo el Reino Unido es raro y diferente.
Yo: "Yeah, plugs don't have switches!" (Los enchufes no tienen switch)
Persona 1: "But then electricity is always flowing!" (Pero entonces la electricidad siempre está fluyendo)
Yo: Aha...
Persona 2: "But that's dangerous!" (¡Pero eso es peligroso!)
Yo: Aha...?
Lean mis partes con un poquito de sarcasmo para que suene mejor. Es curioso porque yo no sabía que en otras partes del mundo además de Inglaterra, los enchufes tuvieran switch. Es raro/innecesario para mí, pero cada quien. Espero que entiendan la conversación y la pequeña traducción, o díganme si no es necesario que la escriba en español.
Día 10.
¿Por qué la necesidad de tirar la comida? Cuando era pequeña y terminaba de comer (o sea, cuando me llenaba y todavía quedaba comida en el plato, siempre) llevaba el plato a la cocina y me iba creyendo que mi mamá recalentaba la comida, o ella se la comía, o se la daba al perro, o algo. Después me di cuenta de que todo se iba a la basura, y desde entonces trato de acabarme la mayor parte de comida del plato.
Pero en este país nadie tiene ese sentido de culpa cuando tiran la comida. Principalmente en los restaurantes, sirven muchísimo con el fin de que sólo comas lo que quieras, y el exceso se vaya a la basura. Por ejemplo, en la cafetería de la escuela, si pides papas "a la francesa" te llenan el plato, y he visto que por lo menos 1/4 de la porción termina en el bote de basura. También, este día pedí una dona y en lo que el señor sacaba una bolsa de papel para ponerla dentro, la dona se resbaló de las pinzas; pero nada más la pateó a un ladito y agarró otra. Me dolió sólo de pensar lo poco que les importa... Pero ni como reclamarles.
Este día no llovió o no me enteré y no comí papas.
La única nota del día 11 dice: día sin papas.
Día 12.
Casi me atropellan. Casí. Fue totalmente mi culpa y seguía con el sentimiento de culpabilidad, pero sobreviví. Crucé la calle justo cuando el semáforo se estaba poniendo en siga, todo por no esperarme. Es curioso porque los semáforos primero se ponen todos rojos, luego uno cambia a amarillo antes de pasar a verde. Entonces, si me hubiera esperado tantito, hubiera visto a quién le tocaba avanzar; pero salí corriendo y a media calle el semáforo se puso verde y corrí con pena y susto. No lo vuelvo a hacer, lo prometo. Por lo menos no me quedé paralizada y pude reaccionar para cruzar más rápido. Me asusté, pero ya pasó.
Día 13.
Otro día sin papas. Y este día, viernes, fui a una feria de universidades en Bristol, a unas 3 horas de la ciudad en la que estoy. Estuvo "meh" considerando que no conozco universidades de Inglaterra fuera de Cambridge u Oxford, pero esas son el top del mundo y es muuuuy difícil entrar. No que no podría, pero no me interesa demasiado. Así que necesito investigar bastante antes de elegir una universidad. La parte buena es que en este país la carrera que quiero sí existe y hay muchas opciones.
También, en UK tienen un sistema muy moderno para aplicar a las universidades. Es una página donde llenas todos tus datos, certificaciones y demás, pones tu "ensayo" de porqué quieras estudiar tu carrera, eliges 5 universidades para aplicar, y automáticamente se manda tu información a tus opciones para que sólo esperes su respuesta. Una vez que te aceptan, no tienes que ir a entrevistas o hacer exámenes si no es necesario mientras cumplas con las condiciones, y ya. Así de fácil, en teoría. Ya saben, cosas de primer mundo.
Me hubiera gustado escribir sobre un día más, pero valoro mi sueño demasiado y ya quiero descansar. Buenas noches a mí, y hasta luego.