9/8/20

Como Agua Para Chocolate

¡Hola! Me tomó un rato volver a escribir porque no estuve leyendo mucho estas últimas semanas y no tenía sobre qué hacer una reseña. Pero por fin encontré algo en lo que sí me pude concentrar. Tenía muchísimo tiempo que no leía nada en español, pero por más que me acostumbre a leer en inglés a veces mi cerebro necesita un descanso. En fin, no sabía que este libro fuera tan conocido internacionalmente, porque sabía que mi mamá lo había leído y hasta hay una película que luego estaba en la tele; pero también me lo pusieron de ejemplo en una de mis clases de la universidad (para discutir si las recetas cuentan como literatura) y en realidad el libro me lo prestó la mamá de mi homie, quien habla español y vivió en Barcelona por un tiempo. Pero bueno, comencemos con la reseña.

Como Agua Para Chocolate de Laura Esquivel

"Lo malo de llorar cuando uno pica la cebolla no es el simple hecho de llorar, sino que a veces uno empieza y ya no puede parar."

Resumen:  A pesar de estar enamorada de Pedro, Tita debe permanecer soltera y cuidar de su madre debido a una tradición familiar. Pedro decide casarse entonces con Rosaura, la hermana de Tita, para poder estar cerca de su verdadero amor. Tita se crió en la cocina y desde joven se volvió experta en el arte de cocinar, por lo que expresa mejor sus sentimientos a través de la comida que prepara; aunque vive atormentada por las órdenes y la presencia su madre, quien siempre estaba ahí para mantenerla alejada de Pedro y recordarle su lugar en la familia.

Opinión: Realmente creo que es un libro difícil de entender si no se conoce el español mexicano por los colonialismos, frases, y demás expresiones que se usan, que por un lado también hacen al libro más auténtico y simplemente más mexicano. Dicho eso, es realmente una novela romántica para señoras, muy de pueblo y ligeramente erótico pero siempre viendo al amor desde un punto de vista espiritual. Con tantas recetas dan ganas de ponerse a cocinar, aunque se que yo no tengo nada de talento y que lo más que puedo hacer son quesadillas. Pero el libro definitivamente transmite la complejidad de los platillos mexicanos y lo especiales que son los sabores, el esmero que se pone en su preparación, y lo mágico que puede ser un platillo que puede parecer simple para una persona. Se podría decir que es una novela histórica y realmente se aprende un poco sobre las tradiciones (que agradezco que ya no se sigan tanto actualmente), remedios caseros, y métodos para cocinar que se utilizaban en la época de la revolución; además de mencionar el estado de la política en el país y algunas de las consecuencias que la lucha revolucionaria tuvo en la vida de las familias mexicanas. En general está un poco cursi, pero también te hace apoyar a Tita y querer que su vida mejore, por no decir lo mal que me cayó Mamá Elena.

Este libro está especialmente recomendado a los mexicanos que están en el extranjero y que extrañan el país. También está bien leerlo solo por la curiosidad, especialmente por ver como se mezcla la narración con la preparación de la comida y como afectan los sentimientos en las actividades cotidianas. Los capítulos están cortos y la verdad casi escaneaba las recetas así que aunque empecé el libro hace varios días, lo terminé en una sola tarde. Y aunque tengan cosas que hacer, está rápido de leer.

A ver si cuando vuelva a México y si tengo tiempo de leer puedo seguir con El Diario De Tita, que creo que mi mamá leyó más recientemente (posiblemente ya hace unos años pero bueno). Pero bueno, con esto me despido. Espero acabar algún otro libro en los próximos días, porque si no no sé sobre que más escribir, hehe. Ahora sí me voy, ¡hasta pronto!