¡Hola! Es el día 45 y vaya que estoy disfrutando y aprovechando la semana de vacaciones despertando tarde, quedándome en pijama, y todas esas cosas buenas de la vida; pero comencemos con las aventuras.
Día 32.
Fue un día muy cansado, mucho. Hubo otra feria de actividades pero ahora fue en el otro campus de mi escuela, así que solo caminamos al centro de la ciudad como unos 15 minutos; pero el clima estaba horrible, sentía que iba a salir volando con tanto aire, más tarde llovió y oscureció súper temprano. Volviendo a las universidades, la única palabra que puede definir mi experiencia es: OVERWHELMED. había demasiadas universidades y demasiada gente y no sabía ni que hacer. Me llevaron en diferente horario que a todos mis amigos, y pensé que estando sola me iba a animar más fácil a hablar con los representantes de las universidades, pero creo que me asusté más.
Otra cosa que noté, porque hoy fui a comer lunch con un grupo diferente de amigos (aplausos) fue que por no querer “presumir” habilidades en inglés de alguna manera bajo mi nivel para estar en las mismas que mis amigos y no entendernos mutuamente; siento que olvido palabras a propósito o que hago como que no sé explicar las cosas aunque sí sepa. Qué cosas.
También creo que ha sido el día que más me he reído. En la última clase del día estábamos peleando con una mosca que andaba dando vueltas por el salón, y el profesor ofreció darnos un mérito (premios que vas acumulando por lograr diferentes cosas) si la matábamos, con la excusa de "haber salvado al salón de un objeto volador". Además, cuando estábamos buscando a la mosca, un amigo señaló hacia otro amigo porque ahí estaba, pero el profesor le dijo "no, ese es Hossein, no la mosca". Me estaba muriendo de la risa y ya van semanas de eso y me sigo riendo; ¡porque nadie más entendió! Es muy difícil hacer chistes en la escuela porque nadie entiende, pero fuera de eso; me da mucha risa cuando la gente dice eso de: "no le digas así, es Juan" o algo así. Por un caso como ese le terminé diciendo Tocino de apodo a mi papá. Y no fue lo único divertido del día.
Mi roomie coreano estuvo la media hora de sobremesa diaria practicando (y fallando) para lograr decir Vocabulary. Como es coreano se le dificulta mucho pronunciar L y R juntas. Otra amiga no puede decir early y es muy divertido. Pero después de 100 intentos, mi roomie logró pasar de vocabruary a vo-ca-bulary. Ya es un avance. Mientras tanto, estuve muerta de la risa con todos los intentos. Y me seguiré riendo del recuerdo.
Día 33.
Es el día oficial de darme cuenta de cosas. Pero primero, mi roomie pudo comer su cena hoy porque logró decir vocabulary al primer intento. Y otra cosa, como avisé desde antes que iba a faltar el viernes, tuve que llenar una hoja que el profesor tiene que firmar para darme la responsabilidad de ponerme al corriente. También se la tuve que enseñar al director de mi programa y cuando me preguntó la razón de mi ausencia dije que era por "cosas personales". Mhm. Dijo que si no quería no tenía que decirle, pero todo mundo sabía por qué me iba.
Ahora sí, creo que no había comentado lo raro que es comer papas a la francesa con tenedor. Las papas que sirven en la escuela, chips, son el punto medio entre papas de Burger King y papas de gajo, o sea más gorditas y largas pero no tan gorditas. Pero es raro, nadie las agarra con la mano y ahora ya me da cosa hacerlo.
La siguiente cosa: no hay timbre. Me tardé en notarlo, lo admito, pero cuando lo hice me quedé muy confundida. Los maestros están muy acostumbrados a medir el tiempo perfecto y la mayoría de veces terminamos las actividades del día justo a tiempo, o 5 minutos antes de la siguiente clase para tener tiempo de cambiar de salón. No sé bien que diferencia haga tener o no timbre pero es extraño que una escuela no lo tenga.
Lo último para notar es que ya casi ni me fijo en el clima ni en los días que como papas. Sinceramente duré más de lo que esperaba, pero lamentablemente ya perdí la cuenta.
Día 34.
ME FUI A LONDRES SOLA. Primero, salí corriendo (bueno, caminando MUY rápido) de la escuela a mi casa; llegué en 20 minutos incluyendo una parada a Subway de 3 minutos. Normalmente me tardo 25 minutos o más. Pero bueno. Este día ya no me importó faltar a la clase ni me acordé. Ya en mi casa, saqué mis libros de la mochila, aventé mi ropa y los documentos necesarios, y me comí mi sándwich para matar el tiempo. Salí de mi casa y cuando pise la banqueta, vi que el camión que tenía que tomar se acababa de ir. Casi entré en pánico en lo que pasaba el siguiente camión. Esperé alrededor de 10 minutos y ya solo me quedaban 25 para llegar a la estación de autobuses. Llegué JUSTO a tiempo. 15 minutos antes de que saliera el autobús.
Llegando a Londres seguí esa sabia frase que dice "paso firme, espalda recta y mirada al frente. Que no se note que no tengo idea de a dónde voy". Llegué al metro Victoria después de cruzar la estación de trenes completa, y a las 4:30 ya estaba en mi hostal en Brixton, que resultó estar arriba de un bar. Y la entrada era la puerta trasera del edificio. Estuvo medio extraño (medio) pero interesante; fue la primera vez que me quedé en un hostal sola, la segunda de toda mi vida. No conviví mucho pero salió barato, eso es lo bueno.
En cuanto al concierto, MORÍ DE FELICIDAD. Esta vez conocía a 3 de 4 bandas y creo que ha sido lo más que he conocido en la vida. Resultó que "circle" era la parte de arriba, pero estuvo perfecto. Me senté junto a un chico que también iba solo (coincidencia) y le estaba mandando mensajes a su mamá (LOL). Llegué a pensar que era menor de edad pero en uno de los descansos entre las bandas, salió y regresó con una cerveza, bien adulto. Pero durante el concierto se volvió mi amigo. Como Real Friends no son muy conocidos en UK, fueron la segunda banda en tocar y eran de los que me sabía más canciones, así que empecé a gritar desde ese punto. Creo que verme gritar lo animó, porque se veía más nervioso que yo; y eso que yo no soy de dar el primer paso, pero de verdad me sentí muy cómoda cantando/gritando en el concierto. Ya para cuando salió Neck Deep nos emocionamos muchísimo y en la canción A Part of Me (btw, vayan a escucharla) me escuchó cantando la parte del hombre y él cantó la de la mujer. No hablamos nada y cuando acabó el concierto casi salió corriendo para afuera, pero sentí que nos acompañamos mutuamente y estuvo bien así. Me quedé con ganas de hablarle, pero me quedo con su voz en el video que grabé de esa canción.
También tengo que decir que en ese lugar realmente sentí que había encontrado mi lugar en el mundo. El cantante dio el discurso de que "la música es un lugar seguro", "siempre hay alguien ahí para escucharte", "aprovechar la noche y ser feliz" y todo eso, pero cantando tan cómodamente sin conocer a nadie y disfrutando tan tranquilamente, me sentí muy bien. Ese momento se conoce en mi mundo como "el rayo iluminador" y ahora sé bien lo que quiero estudiar en la universidad: Music Journalism. Gracias al cielo, esa carrera sí existe en este país y sí puedo elegirla, así que hacia allá me voy a encaminar. Gracias, monito que cantó conmigo y gracias concierto de Neck Deep, As It Is y Real Friends.
Día 35.
Me tocó la cama de arriba en la litera del hostal y rechinaba con cada movimiento que hacía. No fue bonito, especialmente con la pena que me da hacer ruido, pero huí del hostal y di una caminata rápida al centro de Londres. Traté de recrear las fotos que me había tomado 3 años antes, o por lo menos tomar fotos en los mismos lugares, pero todas tuvieron que ser selfies porque no había nadie disponible para pedir ayuda en los alrededores. En menos de 3 horas fui y regresé a la estación de autobús para volver al pueblo. Justo a tiempo para mi primer entrenamiento de volleyball en la Universidad de Bournemouth. No se si ya había dicho que el entrenamiento es ahí porque mi escuela no tiene equipo propio, pero funciona y puedo jugar, así que está bien. Me lastimé la mano en el calentamiento por pegar mal y terminé roja, hinchada y adolorida; pero por lo menos no fui la peor en el entrenamiento. Y se sintió bien volver a tocar un balón después de como 6 meses.
Fue un día tan ocupado y tan productivo que se sintió como un mes entero y un mundo entero de distancia entre Londres y Bournemouth.
Esta vez las historias estuvieron larguísimas, pero vale la pena contarlas. Que se note que ahora sí estaba muy inspirada y que tenía mucho que contar. Con eso los dejo por hoy, ¡hasta pronto!