BTW, ignoren mi cara. Por favor. |
Aunque me desperté temprano y tuve suficiente tiempo en la mañana, tuve que correr a la estación de autobuses porque insistí en acabar un libro (¡me faltaban dos capítulos!) y además, como mi teléfono tenía más del 50% de batería, no lo puse a cargar en la noche, así que me quedé esperando a que llegara al 100%. Llegué justo 5 minutos antes al autobús, después de mi carrera por ahorrarme 1.6 del camión (hehe). Yo sin aliento y sudando y de repente me encuentro a una compañera de clase en el autobús tan bien arreglada y maquillada que ni la reconocí hasta que me habló. Qué cosas.
Pero bueno, fast-forward a Londres al medio día, salí corriendo de la estación a Hyde Park, pasando por la zona de embajadas de países europeos y gente viéndome raro por no ser Godínez nice. Estaba temblando del susto de ir hacia donde no conocía, pero aún así, allá fui. Tenía muchas ganas (y todavía tengo) de darle la vuelta al parque y conocerlo completo, pero como quería hacer otras cosas y además llegar a las 8 al hostal, decidí irme por la orilla este. O sea, no vi lo mejor. Me senté como 2 minutos para tomar agua y tomar fotos y luego seguí mi caminata hacia una de mis misiones principales: Forever 21. Resulta ser que sólo hay dos tiendas en Inglaterra, una en Londres y la otra en Liverpool; y casualmente la vez anterior que estuve por aquí, me encontré la tienda de Liverpool, pero creí que había más en todo el pais. Pero quería ir porque vi por internet que, a diferencia de H&M, ahí si vendían chamarras de mezclilla con mangas y gorrito de tela normal (sí, quiero una y si alguien sabe donde puedo comprarla, avíseme) pero después de varias vueltas a la tienda, no encontré nada parecido a lo que buscaba. Y con H&M al lado, me fui a la competencia y ahí sí encontré otra cosa que quería: una falda negra. Algo tan "básico" pero tan difícil de encontrar. Y justo cuando lo tengo enfrente, no pasa la tarjeta. No sé cuál fue el problema pero después de dos intentos tuve que irme toda incómoda a resolver el problema. Fui a Subway a comer lunch y a ver qué podía hacer, mandando un montón de mensajes a mi mamá (y gastándome la batería del celular sin darme cuenta). No funcionó en Subway y me gasté el poco efectivo que tenía, y luego tampoco sirvió en un cajero. Di varias vueltas, pasé enfrente de la Embajada de México a saludar (aha) y luego regresé unas cuadras para buscar más cajeros. Finalmente pude sacar, inteligentemente solo 20 libras, pero ya con eso no tuve más problemas. Vi otro H&M cerca de esa calle y compré una falda parecida a la primera que había visto pero más cercana a lo que quería y además más barata.
Luego fui a Carnaby Street, que no tenía idea que era taaan perfecta, aunque me quedaba claro que Soho en Londres es el mejor lugar del mundo, EVER. Compré un té en Starbucks (que nunca antes había probado y que no reconocí cuando anunciaron que ya estaba listo) y luego fui a la segunda misión del día: DROP DEAD. ¡La tienda de ropa de Oliver Sykes! Hace años estaba en otra dirección, pero cuando vi que estaba "cerca" de Forever 21, creé mi ruta y para allá fui. Y casi salto de la emoción cuando llegué. Lo mejor: estaba sonando Doomed de BMTH, posiblemente mi canción favorita del último disco. Morí de emoción. Tanto que ni me acordé que quería comprar la bufanda o los guantes para la temporada de frío, y lo único que vi de precio decente fue una gargantilla de 10 libras, que ahora tiene un lugar de honor en mi clóset.
Después de mis compras, caminé hacia Soho Square, un mini parque, sólo porque era una locación de un libro que me gusta mucho, situado en Londres. Recomendación: lean Corazón Negro de Elisa Puricelli Guerra, ¡está buenísimo! Volviendo al tema, crucé por el parquesito, tomé foto, y a seguir caminando. Luego de eso, ya no tenía bien establecido a donde ir, así que caminé hacia Trafalgar Square, pero en el camino pasé por el barrio chino y la tienda de M&M's en donde morí aplastada por la multitud y eso que solo me quedé en la entrada para tomar foto y huir. También había gente haciendo shows en la calle y había MUCHO público. Seguí caminando y sin querer llegué a la National Gallery. También era de los lugares que quería visitar pero no tenía idea de que ahí tenían de los más famosos cuadros de muchísimos grandes pintores; como los girasoles de Van Gogh, Water-Lily Pond de Monet, Sansón y Delilah de Rubens, y muchos más. También morí de la emoción y casi lloro con los girasoles porque pensé que ese cuadro sale en el capitulo de Van Gogh de Doctor Who y pensé que estaba en el Museé D'Orsay en París.
Siguiendo con la visita, pensé en caminar hacia St. James Square, porque también sale en el libro, pero ya cuando estaba cerca me arrepentí y me seguí caminando hacia el St. James Park. En el camino me encontré al palacio de St. James, que no tenía idea de que existía, y le tomé unas fotitos también. Y aunque no planeaba ir al Palacio de Buckingham porque según yo me quedaba muy lejos de mi ruta (o hubiera quedado mejor si hubiera pasado llegando antes de ir a Hyde Park), ahí fue justo donde terminé alrededor de las 5 cuando ya se estaba empezando a poner oscuro. Más fotos... y me tocó ver el cambio de guardia de la tarde. No es tan espectacular como cuando hacen todo el evento en las mañanas, creo, pero aun así los soldados llaman la atención.
Regresé por el otro lado del St. James Park, me senté otro ratito evitando todas a todas las aves extrañas y amenazadoras del parque (que ya tienen reja y todo), y luego pasé por en medio del edificio donde están las "salas de guerra de Churchill". También quería verlas, aunque creo que la entrada está medio cara; pero no encontré la entrada, hehe. Alrededor de esos momentos, después de revisar cuál sería mi siguiente destino, apagué mi celular que ya iba en 10% de batería para que sobreviviera hasta que llegara al hostal, al menos ese era el plan. El siguiente punto, un poco regresando a donde ya había estado, fue una heladería llamada Milk Train. Es bastante famosa en redes sociales y la encontré gracias al facebook de Cosmopolitan UK, todo porque sirven helado sobre algodón de azúcar, como en una nube. Me costó como 6 libras (sí, demasiado) porque además lleva toppings y creo que el algodón cuesta 1, y lo pedí de vainilla (como vil helado de McDonald's) en cono con topping de Oreo. El punto del helado es más la foto que nada, y justo cuando quise prender mi teléfono para subir la foto directo a Instagram: no más batería. Ni siquiera entré en pánico porque más o menos tenía un plan para llegar al hostal, aunque no recordaba exactamente la dirección. Terminé tomando la foto con mi GoPro, aunque salió toda temblorosa y oscura porque no es fácil tomarse una selfie sosteniendo un helado-nube.
Me seguí caminando por la calle "grande" que creo que era Strand, hasta encontrar una calle que fuera hacía el río; el Támesis, pues. Finalmente llegué, toda embarrada con el helado derritiéndose porque me tardo años en comer, y luego de muchas miradas curiosas hacia mi helado-nube. Gracias a los muchos mapas y señales en la ciudad, encontré el puente que necesitaba: Waterloo; y lo crucé ya en busca de mi hotel, aunque apenas eran como las 6. Todo este recorrido poco antes y después del helado fue sin Google Maps, y la mayoría fue todo un éxito. Después de cruzar el puente, foto del panorama, y limpiarme las manos con una toallita húmeda, seguí caminando algunas cuadras y por un "túnel" peatonal (porque no son puentes), todo por Waterloo Road, ahí no había fallo. Recordaba que el hostal quedaba cerca de una estación del metro o algo, pero no me acordaba de que NO estaba en la calle principal. Finalmente llegué a la esquina de una calle con unos arbolitos y mucha gente cruzando la calle, y me quedé ahí parada sin saber si caminar más por esa calle o empezar a buscar por otro lado. También quería pedir ayuda, pero de preferencia a una familia, no a gente sola, por pura precaución. Pasaron unos policías pero solo dije "um..." y se fueron. Después de unos minutos (ni cómo saber cuántos), me acerqué a una señora con dos pequeños monstruos-hijos que estaba esperando para cruzar la calle y le pregunté si me podía ayudar a encontrar un lugar. Con su internet algo (muy) lento, finalmente me di cuenta de que sí iba por la dirección correcta, solo tenía que cruzar la calle al oeste, y caminar todo derecho hasta topar con hostal. Vaya habilidades de orientación que heredé.
Varias cuadras después, por fin encontré el Walrus Bar (& Hostel, la parte importante). Estaba en la esquina de la calle, y como sólo vi la entrada al bar, le di la vuelta para ver si había una entrada al hostal y pues no había. Entré al bar con muchas miradas siguiéndome porque parezco de 16 años, a lo mucho, pero ya adentro pregunté por el hostal y la "recepción" era la barra del bar. Y mi cuarto, en el tercer y penúltimo piso, contando la planta baja. Después de todo lo que caminé en el día, las escaleras me terminaron de matar. Para colmo, otra vez me tocó la cama de arriba de la litera, aunque no rechinaba tanto como la del otro hostal. En lo que mi celular revivía, me puse a acomodar mi mochila después de todas las compras que había hecho en el día. Había sido una mala idea comprar el primer día porque tendría que cargar más después, y de por sí cuando llegué ya me dolía la espalda.
Ya que mi celular se cargó lo suficiente, y que investigué dónde podía ir a cenar, regresé a la calle a buscar comida. La vez anterior había visto que había una cadena de restaurantes de comida mexicana llamada "Wahaca"; sí, Oaxaca mal escrito. Tenía curiosidad y también ganas de comer algo mexicano (porque no había comido nada de eso desde que había dejado México), así que allá fui. Pero pensé que era de comida rápida, aunque no sé qué fue lo que me hizo pensar eso. Resultó que estaba en la misma esquina donde me había perdido poco antes, por cierto. Ya que llegué me di cuenta de que era un restaurante medio fancy, y tuve que esperar casi media hora por un lugar para uno (más miradas extrañas porque, ¿quien sale a cenar solo?). Tampoco me dieron mucho tiempo para pensar qué comer, así que pedí unas quesadillas de chorizo con papa, algo que no había pensado que extrañaba, y agua de jamaica, porque aunque se me antojaba algo más adulto, creo que me vieron cara de menor de edad (otra vez) y me enseñaron el menú de bebidas no alcohólicas. Pero estuvo bien, el agua de jamaica sabía a agua de jamaica de verdad, y me gustó mucho. En cambio, el chorizo sabía a falsedad y engaño, o sea, no sabía igual, pero funcionó para tener comida en el estómago. Emprendí la retirada de regreso al bar/hostal y esa vez me pasé como por mi casa. Muchos escalones después, me puse a planear mi ruta para el siguiente día, y me terminé tratando de dormir, no durmiendo, como a las 12. Había visto en el mapa que el hostal quedaba a lado de una estación de algo, pero resultó ser de TRENES; y cada 5 minutos se oía el ruido de frenos y de las vías. Efectivamente, no pude dormir y me estuve despertando a cada rato. Y vaya que me hacía falta descansar, cosa que no pude hacer.
En fin, creo que esto resume bien todo lo que hice en mi primer día de vacaciones en Londres (resumen, pf). Si alguien duda de mis habilidades de Time management (manejo del tiempo), véanme visitando una ciudad en donde ya me siento cómoda. Próximamente, mi segundo día en Londres y el regreso al pueblo. De verdad, no necesité más días.
Varias cuadras después, por fin encontré el Walrus Bar (& Hostel, la parte importante). Estaba en la esquina de la calle, y como sólo vi la entrada al bar, le di la vuelta para ver si había una entrada al hostal y pues no había. Entré al bar con muchas miradas siguiéndome porque parezco de 16 años, a lo mucho, pero ya adentro pregunté por el hostal y la "recepción" era la barra del bar. Y mi cuarto, en el tercer y penúltimo piso, contando la planta baja. Después de todo lo que caminé en el día, las escaleras me terminaron de matar. Para colmo, otra vez me tocó la cama de arriba de la litera, aunque no rechinaba tanto como la del otro hostal. En lo que mi celular revivía, me puse a acomodar mi mochila después de todas las compras que había hecho en el día. Había sido una mala idea comprar el primer día porque tendría que cargar más después, y de por sí cuando llegué ya me dolía la espalda.
Ya que mi celular se cargó lo suficiente, y que investigué dónde podía ir a cenar, regresé a la calle a buscar comida. La vez anterior había visto que había una cadena de restaurantes de comida mexicana llamada "Wahaca"; sí, Oaxaca mal escrito. Tenía curiosidad y también ganas de comer algo mexicano (porque no había comido nada de eso desde que había dejado México), así que allá fui. Pero pensé que era de comida rápida, aunque no sé qué fue lo que me hizo pensar eso. Resultó que estaba en la misma esquina donde me había perdido poco antes, por cierto. Ya que llegué me di cuenta de que era un restaurante medio fancy, y tuve que esperar casi media hora por un lugar para uno (más miradas extrañas porque, ¿quien sale a cenar solo?). Tampoco me dieron mucho tiempo para pensar qué comer, así que pedí unas quesadillas de chorizo con papa, algo que no había pensado que extrañaba, y agua de jamaica, porque aunque se me antojaba algo más adulto, creo que me vieron cara de menor de edad (otra vez) y me enseñaron el menú de bebidas no alcohólicas. Pero estuvo bien, el agua de jamaica sabía a agua de jamaica de verdad, y me gustó mucho. En cambio, el chorizo sabía a falsedad y engaño, o sea, no sabía igual, pero funcionó para tener comida en el estómago. Emprendí la retirada de regreso al bar/hostal y esa vez me pasé como por mi casa. Muchos escalones después, me puse a planear mi ruta para el siguiente día, y me terminé tratando de dormir, no durmiendo, como a las 12. Había visto en el mapa que el hostal quedaba a lado de una estación de algo, pero resultó ser de TRENES; y cada 5 minutos se oía el ruido de frenos y de las vías. Efectivamente, no pude dormir y me estuve despertando a cada rato. Y vaya que me hacía falta descansar, cosa que no pude hacer.
En fin, creo que esto resume bien todo lo que hice en mi primer día de vacaciones en Londres (resumen, pf). Si alguien duda de mis habilidades de Time management (manejo del tiempo), véanme visitando una ciudad en donde ya me siento cómoda. Próximamente, mi segundo día en Londres y el regreso al pueblo. De verdad, no necesité más días.