15/11/17

Living in the U.K.: Día 47. Londres.

Aquí les va lo que pasó en mi segundo día de visita exprés a Londres. Comencemos.

Desperté primero como a las 5 de la mañana, y después a las 7... y luego ya no pude volver a dormir, creo. Se seguían escuchando los trenes y no sé cómo mis compañeros de cuarto hasta estaban roncando. Y todavía me dolían las patitas después de los casi 20 kilómetros que caminé el día anterior. Pero bueno, el desayuno lo sirvieron en el bar, e igual que todos los días en mi casa, desayuné pan tostado con mermelada y algo chocolatoso, en este caso fue Nutella. Pero para que no fuera todo igual, tomé jugo de naranja, y cómo me hacía falta algo que no fuera leche o agua.
Como a las 9, después de esperar a que mi celular llegara a 100% de batería, agarré mi súper mochila (por cierto, creo que no dije que me llevé mi mochila de la escuela), y bajé a la recepción para hacer el check-out, pero me dijeron que no necesitaba hacer nada, así que solo salí. Qué cosas.
Saliendo del hotel, mi primer parada planeada sería Nelson Square, un lugar que también mencionan en el libro Corazón Negro. Pero ya alrededor de la calle, como realmente no quería desviarme mucho, me seguí derecho por donde iba y luego por un par de calles hasta el Tate Modern y el Shakespeare's Globe Theatre. Por más ganas que tenía de ir al museo, la verdad es que no me interesó tanto ya que estuve en la entrada, así que decidí saltármelo, pero tal vez la próxima vez que vaya lo visite; queda pendiente. En lugar de eso, me fui al lugar que no podía olvidar: El teatro de Shakespeare. Obviamente no iba a ver ninguna obra, solo quería ver el teatro; y llegué justo a tiempo para el recorrido de las 10. Está un poco caro el boleto, pero muchísimo la pena, y además tienen descuento de estudiante. En el teatro primero tienen una exposición sobre la historia del teatro, su construcción, los actores y personajes de la época, y la parte que más me gustó: los disfraces. Me gusta mucho el estilo de la ropa que se usaba en aquellas épocas (1500), especialmente los vestidos. Después de todo eso, finalmente llegó la hora de visitar el teatro. El recorrido es más una explicación sobre el teatro en sí y sobre la sociedad, porque ir al teatro era más sobre presumir tu posición social que de ver la obra. Casi no se menciona a Shakespeare, pero aun así se aprende mucho sobre la historia de Inglaterra en general. También tienen muchos artículos curiosos y divertidos en la tienda de recuerdos, aunque hay que admitir que están un poco caros, como todo en el país.
Después de mi visita al teatro, me dirigí hacia el Tower Bridge. Planeaba tomarle una foto al puente de Londres pero creo que se me pasó. Pero sí tomé foto del Millenium Bridge, el que es famoso por salir en Harry Potter, aunque tampoco lo crucé. En el camino, me encontré con el barco de Francis Drake, famoso corsario (no pirata, pero es casi lo mismo) de la Reina Isabel I. Luego pasé por la entrada de la atracción: London Bridge Experience, que es un tour de terror por lo que creo que era la prisión o algo así. Y también por una de esas calles se encuentra una cárcel muy antigua; muchas atracciones de terror. Pero como llevaba presupuesto corto y no tenía a alguien para abrazar si me daba miedo, decidí saltarme esos lugares. 
Finalmente en el Tower Bridge, lo único que hice fue tomar muchas fotos y cruzar el puente. En la mayoría de calles que tomé para llegar hasta ahí desde el Globe Theater y del hostal hasta ahí, casi no vi turistas, pero más cerca del río y de ese puente en específico, ya se empiezan a ver más extranjeros. Tampoco quise entrar al recorrido del puente porque no se me hizo tan interesante, así que seguí caminando. Pasé por fuera de la Torre de Londres (London Tower) que ya había quitado de mis planes porque el boleto cuesta como 20 libras. Sé que vale la pena, e incluso alcancé a escuchar una representación de algo, pero como orgullosa estudihambre, me quedé con las ganas y la curiosidad; y seguí caminando. Después me volví a alejar de la zona turística, y también en este punto empezó a llover. Cuando pasé al teatro apenas estaban cayendo unas cuantas gotas, y se quitó, pero luego fue más consistente aunque aun era leve. El problema fue que mi paraguas estaba demasiado grande para Londres. En el pueblo hay menos gente y menos probabilidad de chocar con alguien; pero en Londres hay gente por todos lados y solo caben paraguas que cubran a una persona, y ya. Peleando con el paraguas y con la lluvia, logré llegar a un Tesco para comprar algo de lunch, porque ya me estaba empezando a dar hambre. Tuve la brillante idea de comprar un juguito y un burrito que ya había probado antes y que me había gustado. Pero digo brillante, porque mi siguiente parada fue el Monunmento al Gran Incendio de Londres (Monument to the Great Fire of London), construido a unos metros del punto exacto donde inició el incendio en 1666.
Es una pequeña torre en medio de muchos edificios Godínez, pero aun así llegan muchos turistas a ella. Me aventé casi una hora de fila, y fue menos porque hubo varios desertores que se salieron de la fila antes de llegar. Además había 3 niños latosos adelante de mí, y estuve a punto de desertar también. Pero por ser estudiante pagué 3 libras en lugar de 5. Todo para subir 311 escalones, casi como entrada de un día a un gimnasio.
La vista muy bonita, muchas fotos y el despertar de los músculos de mis piernas: razones por las que valió la pena la subida. Pero bueno, después de eso ya me estaba muriendo de hambre, pero no sabía vi ningún parque o algo donde pudiera sentarme, y aparte ya estaba lloviendo, así que seguí caminando hasta la siguiente parada planeada: St. Paul's Cathedral, la famosísima catedral de Londres. Me senté en un parquesito antes de llegar a la catedral. El lado bueno es que ya había dejado de llover y no tenía que preocuparme por detener el paraguas y comer al mismo tiempo. La parte mala es que todas las bancas estaban mojadas, y además había palomas amenazadoras cerca. Comí rápido para no estancarme ahí; porque por el cansancio que estaba acumulando, pronto ya no iba a poder levantarme. Fui hacia la entrada de la catedral, subí las escaleras... Vi el precio y me fui. ¡16 libras! Si fuera un museo todavía lo hubiera considerado, pero una catedral no me convence para pagar tanto. Tal vez algún día.
Ya sin ningún plan para las siguientes tres horas, decidí dirigirme a Covent Garden. Recordaba haber ido en 2014 cuando vine a Inglaterra, pero nada más no me ubiqué. En ese mercado fue donde compré un gorrito de Pikachu con pedazos largos de tela a los lados para meter las manos. Mi gorrito se volvió famoso en la escuela de verano y yo me convertí en "Pikachu" gracias también a la chamarra que llevaba con orejas, colita y toda la cosa. Pero esta vez no supe llegar a la parte del "tianguis", solo llegué a la parte de tiendas nice. Lo bueno es que encontré a la "banda" que toca música clásica en el mercadito. No se si eran las mismas personas de hace 3 años, pero recuerdo que también nos quedamos viendo un rato y que un amigo les dejó monedas en su canasta y celebraron, y a todos nos dio risa. Esta vez me quedé como 10 minutos escuchando y yo bien coda les di las monedas de centavos que tenía.
Continué con mi camino y para ser sincera, no recuerdo qué hice después. Recuerdo que caminé por King Street y creo que pasé por Trafalgar Square, pero no estoy segura. Lo que si sé es que como a las 4 me encontraba en el puente de Westminster, donde está el Big Ben, y camino al London Eye. Mientras pasaba por ahí, tomé la foto que usé para este y para el post anterior. Y luego por puro capricho se me ocurrió ir al baño de los "Jubilee Gardens", el parque que está en frente del London Eye. Por si quieren saber, están muy modernos esos baños y cuestan 50 centavos, así que si necesitan ir y pasan cerca, no duden en usarlos. Se dice que no hay muchos baños públicos limpios en Londres, así que hay que aprovechar. Pero gracias a esta parada, me atrasé demasiado y se me hizo tarde para ir a la estación de autobuses. Así que, de nuevo, a correr. 40 minutos de caminata se redujeron a 25 de carrera, con lluvia incluida. Admito que fue totalmente mi culpa nada más por querer pasar a un baño bonito, pero lo importante es que llegué con mucho tiempo de anticipación, 15 minutos antes de que saliera el camión. Hasta tuve la oportunidad de sentarme en la ventana; cosa que no había podido hacer antes por llegar tan tarde.
En fin... De regreso a mi casita, empapada, y con una parada en el pueblo antes de mi pueblo. Llegué como a las 8 a Bournemouth y tomé el camión de la estación a mi casa, y creo que nunca había estado tan tarde en la calle. Sorprendente la vida nocturna del pueblo.

Pero bueno. Espero que les hayan gustado mis aventuras y carreras en Londres. Dejé la imagen de mi ruta del primer día en Londres por algún lugar de la columna a la derecha para que vean todas las vueltas que di y por si les interesa algún día visitar algunos de los lugares a los que fui. Aunque posiblemente quieran ir con menos prisa. También quería anunciar que el post anterior llegó a 100 vistas. ¡CIEN VISTAS! Creo que es la primera vez, anteriormente el récord era de 90 y tantitas, pero ahora 100. Muchas gracias por tomarse el tiempo de leer todo lo que escribo, y próximamente continuaré con la vida en el pueblo. ¡Nos vemos!