28/11/20

My Uni Life 5.5

¡Hola! Hoy toca contar una de las semanas más ocupadas y extrañas de lo que llevo en la universidad. O al menos de lo que va del año con todo y pandemia, porque seguro ya olvidé mucho del primer año. En fin, comencemos.

Lunes. Me bañé en la mañana principalmente para ponerme una mascarilla en el cabello y que tuviera todo el día para secarse, pero también para no congelarme en la noche. He estado peleando con mi homie #2 porque a mí me gusta cerrar la ventana del baño para que no entre el aire, pero él la había estado dejando lo suficientemente abierta para que yo no alcanzara a cerrarla. Y como normalmente me baño en la noche, ahora se la cambié. Pero bueno, en la tarde se me ocurrió ir al Costa Coffee enfrente de mi casa por un café para entrar en modo Godín y ponerme a trabajar. Cabe aclarar que no me gusta el café, pero probé el mocha y me gustó, aunque estuve mucho más activa de lo normal por los siguientes 3 días. No me pude conectar a la clase en línea porque la conexión estuvo fallando y a los 20 minutos me rendí y le mandé un mail a la maestra de que me disculpara. Cené rápido y luego me preparé para la caminata de casi 40 minutos al restaurante donde ahora voy a trabajar. Este día solo fui por dos horas al entrenamiento, pero sí estuvo cansado.

Estuve de mesera atendiendo a amigos y familiares que vinieron a la prueba, por lo que la comida fue gratis en lo que todos descubríamos cómo funcionaba todo. Mi amigo #1 y yo habíamos discutido mucho sobre poner un restaurante con auténtica comida mexicana, que tanta falta hace por acá, pero mi ahora jefe nos ganó la idea y le salió mucho mejor porque nosotros ni siquiera sabemos cocinar. Está difícil de explicar porque no es un restaurante en sí, sino que solo vamos a servir comida mexicana los domingos en un local prestado. Mi amigo #1, a quien le encanta quejarse de la comida mexicana fuera de México, no pudo ir a probar porque le tocó trabajar pero creo que sí se va a emocionar cuando vea el menú. Ahora sé que no soy tan mala mesera, pero todavía falta arreglar muchas cosas. Por suerte de regreso mi nueva compañera de trabajo me invitó a compartir su Uber a medio camino y sólo tuve que caminar otros 15 minutos antes de desplomarme en mi cama.

Martes. Desperté temprano para arreglar el desastre que dejé luego de llegar casi a las 11 de la noche a mi casa la noche anterior y sin ganas de nada. Salí a mis clases del día que se trataron de un writing retreat, o sea un "retiro" para concentrarnos en analizar los textos que vamos a usar para los ensayos de mitad de semestre. Ya para la segunda hora mi cerebro se había quedado sin ideas, pero sí fue muy útil para adelantar trabajo.

Miércoles. En la mañana volví a ir a la bodega de la Sociedad Latinoamericana pero esta vez con los otros miembros del comité para sacar la mayor cantidad de cosas de la bodega antes de que la cerraran y tiraran todo. Más tarde tomé una clase de yoga en línea aunque no logré hacer la mitad de ejercicios por mi falta de flexibilidad. En la noche, mi amigo #1 vino a mi casa a recoger su patineta y nos quedamos un buen rato compartiendo nuestras "patoaventuras de meseros" (nombre oficial de la nueva sección) como principiantes que somos, a pesar de que yo ni siquiera había trabajado oficialmente. 

Jueves. Me pasé todo el día preparando el evento de la Sociedad Latinoamericana para hacer decoraciones de Día de Muertos, practicando antes de dar la clase. Para terminar el día, puse Sweeney Todd (100% recomendada) para seguir en el mood de Halloween, y me entretuve haciendo tiras de papel picado para colgar en mi casa. Si hubiera colgado todo lo que hice, hubiera dejado la casa como restaurante de La Marquesa.

Viernes. Fui a comer lunch con mi amigo #1 a Church un día antes de Halloween para probar el menú especial y porque ya no reservamos a tiempo para ir el mero día. Intenté disfrazarme de Merlina de Los Locos Addams pero sin llamar mucho la atención; por lo cual solo me veía un poco más gótica de lo normal, y todos en el restaurante se veían igual. Además llegué unos minutos tarde porque me encontré un gato en la calle que no me dejaba ir y me vi obligada a quedarme a acariciarlo un rato. En la tarde entré en modo responsable y me puse a trabajar lo más que pude para adelantar tareas de la semana siguiente porque sabía que el fin de semana iba a estar muy ocupada.

Sábado. No salí pero tampoco pude trabajar porque no subieron los videos que tenía que ver de 2 materias. ¿Y así como quieren que haga algo? Luego de la cena, pasé al trabajo de mi amigo #1 y nos fuimos caminando a su casa para una "fiesta" de Halloween (solo él con sus homies y yo de colada). Lo que no me avisaron fue que la mitad de la fiesta iba a ser poniéndose sus disfraces, para lo cual yo me quedé sin nada que hacer porque ni siquiera me pude disfrazar bien para que mis homies no supieran que me escapé de la casa.

Domingo. Salí bien temprano a pesar de la desvelada a trabajar desde las 9 en punto para decorar el restaurante con otro montón de papel picado. Estuve alrededor de 5 horas dando vueltas sirviendo desayunos sin haber desayunado más que un pobre pan y un café helado de Starbucks comprado en el súper. Hasta eso no estuvo tan feo, pero apenas éramos dos meseras para como 12 mesas. Para ser el primer día del restaurante, nos fue muy bien. Mi amigo #1 llegó a comer justo a la hora del cambio del menú de desayuno a cena y a mi hora de salida, así que metí la orden para unos taquitos y me senté con él a comer. Él probó pollo con mole y otra cosa que no me acuerdo, y yo comí papa con chorizo; y estuvo buenísimo. Terminé de regreso en su casa (porque quedaba más cerca) para ver el Desmuerto Reanimado del podcast de Leyendas Legendarias, aunque estábamos tan cansados que apenas logramos mantener los ojos abiertos durante el evento. Regresé a mi casa bien tarde y totalmente muerta, lista para pasar la siguiente semana sin salir de mi cama.

Tenía tiempo que no me tenía que levantar temprano tantos días, pero creo que quitarme la flojera desde temprano sí me ayudó para ponerme a trabajar, aunque nada más de acordarme de todo lo que hice me volví a cansar. Sin nada más que agregar por el momento, porque este post sí quedó algo largo, me despido por ahora. ¡Hasta pronto!

22/11/20

My Uni Life: 5.4

¡Hola! Aprovechando el tiempo libre que tengo hoy para hacer algo más que ver películas o escuchar música, continuaré con las historias semanales, y ahora toca una semana con mucho trabajo, y el comienzo de la locura antes de volver al confinamiento. Pero bueno, comencemos.

Lunes. Fueron las votaciones para la sociedad que apoya la salud mental en la universidad. Se me ocurrió postularme unos días antes como Representante de Estudiantes Internacionales y resultó que gané a pesar de que sí había competencia y de que ni siquiera le avisé a nadie de mis conocidos que me había inscrito. Ahora tengo un trabajo más, por si no tenía suficiente que hacer. Este día también empezaron los problemas reales con el micrófono de mi computadora. Ya llevaba tiempo fallando y tampoco funcionaban mis audífonos con micrófono. Compré unos de Bluetooth en caso de que la entrada de audífonos fuera el problema, pero no se han querido conectar. Así que dependo completamente de la paciencia de mis compañeros que quieran esperar a que escriba mis respuestas para participar en clase. En la tarde me la pasé volviendo a armar el rompecabezas de la Noche Estrellada de Van Gogh que conseguimos el año pasado, nada más por no querer hacer algo relacionado con la universidad.

Martes. Luego de mis clases en la mañana, fui con mi amigo mexicano #1 a practicar con nuestras patinetas al parque Crookes Valley Park. No pasamos de ir por los senderos del parque ida y vuelta porque no sabemos hacer nada más, y aún así a él le cuesta trabajo irse derecho, pero está divertido. Ya que el clima estaba decente, aparecieron más personas de la sociedad de skateboarding de la universidad, por lo que todos tímidos y penosos, nos terminamos yendo para que no vieran la falta de talento que teníamos. Además empezó a llover, así que aprovechamos para huir. Pasé a dejar a mi amigo a su nuevo trabajo, que es un restaurante que queda a una cuadra de mi casa, aunque me dejó su patineta para no tener que llevársela a su trabajo o cargarla de regreso a su casa. Me pasé el resto de la tarde descansando y siguiendo con el rompecabezas, aunque estaba tan cansada que me terminé durmiendo a las 11 de la noche (eso ya es temprano para mí).

Miércoles. Lo más interesante del día fue que le pedí a mi amigo #1 que me acompañara a la bodega de sociedades para investigar qué había en el locker de la Sociedad Latinoamericana, que supuestamente teníamos que vaciar antes del primero de noviembre. No me llevé mucho porque ya tengo varias cajas de la sociedad en mi casa, pero salí con una caja de materiales para manualidades que con suerte serán útiles en un futuro.

El jueves fue un día muy aburrido, así que me voy a saltar al viernes, aunque tampoco hice mucho.

Viernes. Por fin terminé el rompecabezas con un poco de trampa considerando que había partes que estaban  casi completas porque cuando lo tuve que deshacer porque nos mudamos lo guardé por partes tratando de no separarlo demasiado, aunque sí se sacudió un poco con tanto movimiento. Para cenar, ordené una hamburguesa y malteada de mi restaurante favorito porque ya hacía falta. 

Sábado. Mi papá me estuvo ayudando por videollamada a intentar todo con tal de hacer funcionar los audífonos de bluetooth, con lo que después de varios intentos por fin logré que funcionara el micrófono. Ahora veremos si funcionan en clase. En la noche fui a ayudar a mi amigo #1 al restaurante donde trabaja porque supuestamente tenían muchas reservaciones y nadie más que él estaba disponible; así que fui por dos horas a ayudar a limpiar mesas y cargar platos. Estuvo divertido ver a mi amigo #1 en modo serio, y aunque al principio estaba bien nerviosa resultó que la mitad de personas que habían reservado no llegaron así no tuve que hacer mucho.

Domingo. Me di cuenta que había sido el cambio de horario en la noche hasta como mediodía que volteé a ver el reloj que tengo en mi cuarto y me di cuenta de que no coincidía con mi teléfono, si no yo ni enterada. La verdad no afectó en nada mi día, fuera de que me desperté todavía más tarde de lo normal. En la tarde volví a preparar las galletas de mantequilla que nada más no me salen, aunque esta vez estuvieron bastante buenas. Ya estoy cerca de descubrir el secreto, pero nada más no me termina de convencer el horno que tenemos. 

Y pues sí. Todavía durante esta semana estaba en un periodo de meterme a todas las actividades que pudiera para ocuparme lo más posible, no sé con qué objetivo. Ya les contaré como me va con todo, porque noviembre se puso muy interesante. En fin, esto es todo por hoy, y que les vaya bien esta semana. ¡Hasta luego!

16/11/20

My Uni Life 5.3

 ¡Hola! Es día de otro post mientras sigo inspirada para tratar de ponerme al corriente con las aventuras de este semestre. Creo que esta semana no estuvo tan interesante, pero no me la puedo saltar nada más porque sí. En fin, comencemos.

Lunes. Pasé todo el día en mi casita porque esta semana la universidad canceló las clases presenciales por tantos casos de COVID que se dieron por razones desconocidas (como obligar a los estudiantes universitarios a ir a clases presenciales). No es como que afectara mi única clase de los lunes que es en línea. 

Martes. De nuevo pasé todo el día en mi casa, y tomé mis dos clases del día en línea. En la tarde tuve lo más parecido a una entrevista de trabajo para ayudar en un nuevo proyecto como catering de comida mexicana. Lo vi muy conveniente porque nada más es un día a la semana, así que no sería tanto problema para adaptarme con mis horarios de la universidad. Ya les contaré más adelante cómo me fue en mi entrenamiento y primer (y único) día de trabajo. Y sí, estuve muy nerviosa pero salió bastante bien.

Miércoles. Estuve viendo videos de clases todo el día y para moverme un poquito me metí a una clase de pilates en línea. Me gustan más las clases así porque no es necesario prender la cámara por lo que no me pueden ver ya que estoy muy cansada. Además lo puedo hacer desde la comodidad de mi cuarto y sin tener que caminar por la ciudad en el frío y en la oscuridad. Intentaré tomar más clases de ejercicio en lo que empiezan los entrenamientos de volley, si es que algún día empiezan. 

Jueves. De nuevo me pasé el día viendo videos de clase aunque con un pequeño grave problema con mi computadora. Resultó que después de dejarla toda la noche actualizándose, una vez que por fin prendió las bocinas no quisieron funcionar. Por alguna extraña razón la entrada de audífonos sí funcionaba, pero las bocinas se negaron. Por lo tanto tampoco pude ver series o una película en la noche, pero eso fue lo menos grave.

Viernes. Mágicamente se arregló mi laptop con otra actualización luego de tenerme sufriendo todo el día anterior, pero pues no me voy a quejar de eso. En la noche me dio flojera cocinar, y como tenía tiempo sin ordenar comida, pedí unas papas a la francesa con topping de chili con carne. Tenía antojo de probarlas desde hacía tiempo pero no lo hice hasta que me apareció un nuevo descuento de Uber Eats y tuve que aprovecharlo. Estuvieron bastante buenas aunque me estaba muriendo con el picante.

Sábado. Creo que no me levanté en todo el día más que para comer. Me pasé todo el día leyendo la versión de Frankenstein de 1818 porque necesitaba leer esa edición específicamente para mi clase. Y para terminar de descansar con mi ritual de self-care, me bañé y me puse una mascarilla en el cabello (muy recomendada si se pintan el cabello seguido).

Domingo. Salí a caminar y a hacer el súper al área de Crookes para hacer un poco de ejercicio (pero sin cansarme demasiado) y para cambiar de ambiente un poco. Ahora hay 3 tiendas que me quedan cruzando la calle, pero de vez en cuando me gusta cambiar la rutina, aunque sea solamente cambiar la tienda a la que voy a hacer mis compras de la semana. En la tarde terminé de leer Frankenstein, el cual cambia de significado bastante una vez que lo lees sabiendo todo el contexto de la época. Finalmente terminé la semana viendo aun más videos de clases y con la película Kick-Ass porque tenía tiempo que no veía algo moderno. 

Prometo hacer cosas más interesantes en el futuro, y también que hice cosas más interesantes en las semanas pasadas. Como dije al principio, no podía olvidar esta semana. Pero bueno, sigo tratando de entretenerme en esta nueva cuarentena aunque debería estar haciendo tareas y demás. Aun así espero actualizar el blog pronto con mis experiencias tratando de trabajar y estudiar en medio de una pandemia. Ahora sí me despido, ¡hasta pronto!

11/11/20

My Uni Life: 5.2

¡Hola! Aprovechando que estoy inspirada para escribir y que tengo un poquito de tiempo libre, continuaré con lo que hice la segunda semana del semestre. Sin nada más que añadir, comencemos con la segunda semana mientras me seguía adaptando a volver a tener que trabajar luego de casi 4 meses sin nada que hacer.

Lunes. No salí en todo el día y me pasé toda la mañana descansando. Tuve una clase a las 3 y por primera vez fallaron mis audífonos por lo que no pude participar. Hasta la fecha (casi un mes después) no lo he podido solucionar, pero después les contaré todo lo que he intentado. En la noche estaba tranquilamente viendo Addam's Family y tejiendo, y ya casi al final se fue la luz y sí entré en pánico porque era casi media noche, mi celular tenía poquita batería, y no tenía más que dos pobres velitas. La oscuridad no duró más de 5 minutos, pero sí me asusté, y en cuanto volvió me apuré a apagar todo y me dormí.

Martes. Me confundí horrible con el orden de mis clases y los libros que debía leer porque la profesora de una materia decidió atrasar los temas una semana para no tener que trabajar los fines de semana, y asumí que el profesor de mi otra materia de literatura haría lo mismo. Pero resultó que no, y tuve que leer el resumen del libro de la semana mientras explicaba la actividad para pretender que sabía de lo que estaba hablando. Sobreviví diciendo "sí, estoy de acuerdo" aunque me sentí mal. Regresé a mi casa en medio de la lluvia, solo para que se quitara poco después de que llegué. Luego me dormí un ratito para que se me pasara el susto y en la noche vi Addam's Family Values; la cual recordaba haber visto pero no tenía memoria de la parte del campamento de verano más que por memes más recientes. Pero está buenísima.

Miércoles. Me tuve que quitar la flojera para salir a la tienda porque de plano ya no tenía nada para comer, y en un nuevo experimento para mejorar los fideos instantáneos estilo Maruchan, les puse un huevo cocido para que se viera estilo ramen por recomendación de mi amigo mexicano #1. No está nada mal, y no se por qué nunca se me había ocurrido agregarle cosas a los fideos. En la noche volví a ver The Dirt porque ya tenía más de 3 semanas que no la veía, hehe.

Jueves. Otro día aburrido y sin salir. Me la pasé viendo las clases para la siguiente semana, al menos los que ya habían subido. En la tarde después de cenar, fui a Interval (el restaurante de la universidad) en un intento por revivir la Sociedad Latinoamericana a pesar de la pandemia, pero solo me quedé unas horas platicando con un amigo porque nadie más apareció. Al menos ahora sabemos qué no hacer. Y como ni siquiera supe qué hice el viernes, continuaré con el fin de semana.

Sábado. Fui a comer con amigo mexicano #1 a Peddler's Market en Kelham Island. Me cumplió el capricho porque desde hace mucho tenía antojo de salchichas alemanas y ese fin de semana estuvo un puesto que tenía bradwurst y currywurst. A pesar del frío, la comida estuvo buenísima y como punto extra nos tocó sentarnos junto a una pareja que llevó a un cachorrito muy juguetón que pude acariciar y hasta me lamió la mano. No se preocupen, llevaba gel antibacterial. Después fuimos por un chocolate caliente para dejar de temblar y sin más que hacer y siendo temprano aún, fuimos a un "mercado" (tienda) de cosas usadas. A mi amigo #1 le encanta ir nada más a ver a tiendas vintage, pero ya van dos veces que veo chamarras que me gustan para mí, pero que son de su talla y él se las termina comprando. 

Originalmente habíamos planeado regresar a mi casa a ver un concierto en línea por el Día Mundial de la Salud Mental, pero mi amigo me abandonó en Kelham Island porque estaba muy cansado por haber trabajado en la mañana desde temprano. Tuve que regresar a mi casa sola, en la lluvia, con los pies adoloridos por los zapatos de plataforma que llevaba, y sin música porque no llevaba audífonos. En la noche vi el concierto mientras armaba el rompecabezas de los Muppets que la mamá de mi homie #1 nos regaló para que armáramos todos juntos pero que me terminé adueñando. Es su culpa por dejarme sola con un rompecabezas.

Domingo. Por fin llegó el día de las pruebas para entrar al equipo de volleyball. Elegí el último horario para pruebas de mujeres en caso de que me despertara tarde, aunque para las 3 de la tarde estaba perfectamente despierta. Hubo menos gente que en la mañana y me tocó casi con puras principiantes, así que a comparación sí jugué muy bien. Para compensarme por cancelar el plan del sábado a último minuto, mi amigo #1 fue a cenar a mi casa luego de ir a las pruebas, para la cual también eligió el último horario para hombres, que también fue la última prueba del día terminando a las 8pm. Pedimos pizzas de pollo y chorizo (100% recomendadas) mientras escuchamos un episodio de Leyendas Legendarias (también recomendado).

Y pues sí. Ahora que lo pienso, extraño un poco las primeras semanas en las que todavía no tenía idea de qué estaba haciendo pero no había problema porque no era tanto con lo que debía ponerme al corriente. Ya voy a medio semestre y todavía no sé qué estoy haciendo, aunque ahora sí es medio problemático porque ya estoy teniendo que entregar ensayos y empezar proyectos finales. Ahí voy, poco a poco. En fin, esto es todo por hoy, y ya me voy a poner a trabajar en lo que debería priorizar. ¡Hasta pronto!

6/11/20

My Uni Life: 5.1

¡Hola! Ya se que he tenido el blog un poquito olvidado, pero de por sí he tenido olvidado todas mis lecturas y el trabajo que debería estar haciendo para la universidad; así que no había sido una prioridad. En un esfuerzo por volver a tener orden en mi vida, y ahora que tengo una semana de descanso para ponerme al corriente con todo, por fin voy a empezar a contar mi quinto semestre (que ya va a la mitad). Sin más preámbulos, aquí van las aventuras del último año a media pandemia y crisis mundial.

Lunes. Honestamente no recuerdo bien qué fue lo último que escribí sobre el semestre en el post anterior, pero debido a que tengo todas mis clases en lunes y martes, tuve que empezar a trabajar desde el fin de semana viendo las lectures y haciendo las actividades para estar preparada para los seminarios. Un pequeño recordatorio de cómo funcionan las clases en Inglaterra: las lectures son pláticas en las que los profesores explican los temas y los estudiantes solo toman notas; mientras que los "seminarios" son clases más interactivas en las que los estudiantes discutimos y hacemos actividades relacionadas con los temas. Por lo tanto, este semestre todas mis lectures van a ser pre-grabadas y las puedo ver cuando quiera, y los seminarios van a ser en tiempo real, uno en línea y los otros dos en persona. Cabe mencionar que solo tengo 3 materias, por lo que tengo una clase en vivo por materia y todo lo demás es mi responsabilidad. Es decir, quién sabe cómo me va a ir.

Entonces, en la mañana del lunes estuve terminando los ejercicios para la única materia opcional que tengo, que es TESOL, o sea Introducción a la Enseñanza del Inglés para Hablantes de Otras Lenguas, o algo así. Por eso lo dejamos en TESOL. Hasta eso me fue bien porque la clase es hasta las 3 de la tarde y tengo toda la mañana libre. En cuanto acabó la clase salí corriendo al parque Crookes Valley porque el equipo de volley decidió aprovechar que salió el sol para jugar un rato. Siguiendo todas las medidas de seguridad, estuve jugando como 2 o 3 horas hasta que ya casi todos se habían ido. Pusieron una red en el pasto y estuvimos rotando en equipos de 3. Ya me hacía falta jugar con más personas, aunque sí estuve practicando en el verano con mi amigo mexicano #1. 

De regreso a mi casa pasé primero a la tienda para comprar lo que me faltó para preparar la cena y luego comí mi clásico salmón con salsa teriyaki, que es la única manera en la que sé preparar el salmón. Luego tomé un muy necesario baño y me pasé la noche viendo las lectures que me faltaron para el siguiente día.

Martes. Otro día de salir corriendo. Me costó trabajo levantarme "temprano", o sea a las 10am, para llegar a tiempo a mis clases de Poesía Romántica y Victoriana (o Poesía para los amigos) a mediodía y Prosa Romántica y Victoriana, también conocida como Prosa, a la 1pm. Cuando acabaron pasé por un frapuccino a Starbucks con la esperanza de despertar un poco pero no ayudó porque no lo pedí con café; porque nunca lo pido con café pero bueno. Después de regresar a mi casa a comer una rica sincronizada de lunch, volví a salir al parque Crookes Valley para otro día de sol y volleyball. Esta vez llegué más temprano y habían menos personas, por lo que pude jugar más. La desventaja fue que me lastimé más los brazos. Este día mi amigo mexicano #1 también fue, así que cuando terminamos de jugar lo invité a mi casa a cenar y pedimos hamburguesas y malteadas de mi ahora restaurante favorito. 

Miércoles. Me pasé todo el día en coma después de dos días demasiado activos. Tuve una junta con mi "tutora personal" para ver si tenía algún problema o preocupación, y para meter un poquito de presión en cuanto a planes para después de la graduación. Pero como apenas iba empezando el semestre, todavía estaba demasiado perdida como para pensar. El resto del día me la pasé descansando porque tenía los brazos tan adoloridos que ni siquiera los podía mover. Estoy casi segura de que sí me lastimé algo, pero pues no tenía mucho que hacer al respecto.

Jueves. De nuevo me pasé la mañana descansando y tratando de leer sin quedarme dormida, y en la tarde fui de compras a las tiendas que ahora me quedan cruzando la calle. Para cenar preparé un nuevo experimento de pasta con mantequilla y camarones, que no me quedó nada mal. En la noche estuve viendo las lectures para la siguiente semana. Lo que sí está muy mal planeado, considerando que las clases son en lunes y martes, es que para los profesores decidieron subir los videos de las clases en viernes, lo cual me arruina el fin de semana y me deja sin nada que hacer en miércoles y jueves. No se a quién se le ocurrió esa brillante idea pero sí me voy a quejar.

Viernes. Mi amigo mexicano #1 tuvo una entrevista de trabajo en un restaurante cerca de mi casa (y sí le dieron el trabajo así que ahora lo voy a ver todavía más seguido) y pasamos a un café de la zona a comer lunch y platicar un ratito. Luego de la visita rápida, me puse a leer y a seguir trabajando tratando de adelantar cosas para la siguiente semana. Después de cenar, volví a intentar la súper receta de galletas de mantequilla, pero nada más no le atino al horno "de gas" así que se me quemaron. Posiblemente seguiré gastando mantequilla hasta que me salgan, así que espero que lo logre pronto. 

Sábado. Se fue la luz en la tarde por tremenda lluvia que estaba cayendo, y por cuestiones del destino estaba sola en la casa así que sí me asusté un poquito y no supe que hacer. Luego de avisarles a mis homies y sin poder hacer nada más, aproveché el tiempo y la luz del día para leer sin distracciones. Ya después me dormí un ratito y cuando desperté mágicamente ya teníamos luz, y descubrí que a veces los problemas sí se arreglan ignorándolos y durmiendo. 

Domingo. Hubo una sesión de práctica de volleyball como preparación para las pruebas para entrar en el equipo que esta vez se atrasaron un poquito. Estuvo divertido e hice nuevas amigas recién llegadas a Sheffield, aunque me terminé de lastimar los brazos. Me pasé el resto del día trabajando y viendo lectures, y para cenar pedí "fish & chips" porque me dio flojera cocinar y como premio por haber trabajado tanto en la semana.

Y pues así comenzó el semestre. Fuera de algunas medidas de seguridad, tener que usar cubrebocas y estar desinfectándome las manos a cada rato, no se siente tanto la diferencia; además de que está mejor tener a menos gente en el mismo espacio. La verdad sí empecé muy motivada y especialmente con ganas de jugar volley, pero ya les contaré cuánto me duró la emoción y cuánto duraron las medidas de seguridad antes de volver a cerrar todo. En fin, espero escribir más la próxima semana y hacer más trabajo en general, pero no prometo nada porque ya se me juntó el mandado, como dicen por ahí. Así que esto es todo por hoy, ¡nos vemos!