¡Hola! Es tiempo de leer más de mis aventuras universitarias. La penúltima semana del semestre, ¡por fin! Ya me faltaba muy poco para irme de vacaciones y tomarme un buen descanso. Pero bueno, comencemos.
El inicio de la semana 11 fue algo aburrido pero me tomé mi tiempo de descansar y prepararme para los próximos días. Esta semana tuve mis últimas clases de "Studying Prose", la materia obligatoria de mi curso, y no saben el alivio que sentí; aunque se siente raro despedirse de los maestros después de menos de 6 meses de conocerlos en lugar de un año. Todavía no me acostumbro a los seminarios y a participar en ellos, pero por el momento ya no me tengo que preocupar. Y lo mejor: la próxima semana tengo miércoles y jueves totalmente libres sin esas clases.
Lo único que hice el miércoles fue trabajar en mi proyecto de francés. No recuerdo si ya había hablado de él antes, pero al principio del semestre tuve que elegir un tema y dos ejercicios para practicar dos habilidades (hablar, escribir, escuchar o leer). Supuestamente le tienes que dedicar un rato cada semana y en la penúltima semana del semestre tienes que subir el resultado del trabajo, que demuestre el progreso que hiciste. Obviamente, casi nadie trabajó durante el semestre y todos estuvimos trabajando en la semana de la entrega. Así que eso hice todo el miércoles, y las horas del jueves en las que no tuve clase, para poder terminar todo el viernes.
Lo único que hice el miércoles fue trabajar en mi proyecto de francés. No recuerdo si ya había hablado de él antes, pero al principio del semestre tuve que elegir un tema y dos ejercicios para practicar dos habilidades (hablar, escribir, escuchar o leer). Supuestamente le tienes que dedicar un rato cada semana y en la penúltima semana del semestre tienes que subir el resultado del trabajo, que demuestre el progreso que hiciste. Obviamente, casi nadie trabajó durante el semestre y todos estuvimos trabajando en la semana de la entrega. Así que eso hice todo el miércoles, y las horas del jueves en las que no tuve clase, para poder terminar todo el viernes.
El jueves fue la cena/"posada" de la Sociedad Latinoamericana. Apenas tuve tiempo de regresar a mi departamento y cambiarme después de clase, pero todo salió bien. Fuimos al restaurante de casi siempre, Piña, por una cena que incluía un elote de entrada (amarillo, pero con un buen aderezo medio picoso), un plato de 2 tacos (pedí de barbacoa, pero también había de chorizo y otras opciones veganas), y churros de postre. Además, nos hicieron un muy buen descuento en tequila que vaya que aproveché, hehe.
También hubo Christmas Crackers, que al parecer nadie conocía pero por suerte a mí me encanta explicar qué son, así que aquí les va: son cajitas que tienen adentro una coronita de papel, un papel con un chiste (generalmente), y un juguete. Entre dos personas lo jalan, la cajita truena cuando se rompe, y una persona se queda con lo que tiene adentro. Espero que la imagen aclare un poco mi explicación, porque no es lo mismo si no se tiene uno enfrente. No se porqué me gustan tanto, pero se me hacen divertidos y siempre me emociono cuando los veo. Creo que es mi tradición favorita de navidad inglesa.
Después de la cena y un rato de plática, bailamos un poco, o lo más parecido a bailar que pudimos hacer en el restaurante, porque tampoco había tanto espacio ahí.
También hubo Christmas Crackers, que al parecer nadie conocía pero por suerte a mí me encanta explicar qué son, así que aquí les va: son cajitas que tienen adentro una coronita de papel, un papel con un chiste (generalmente), y un juguete. Entre dos personas lo jalan, la cajita truena cuando se rompe, y una persona se queda con lo que tiene adentro. Espero que la imagen aclare un poco mi explicación, porque no es lo mismo si no se tiene uno enfrente. No se porqué me gustan tanto, pero se me hacen divertidos y siempre me emociono cuando los veo. Creo que es mi tradición favorita de navidad inglesa.
Después de la cena y un rato de plática, bailamos un poco, o lo más parecido a bailar que pudimos hacer en el restaurante, porque tampoco había tanto espacio ahí.
Una de las actividades principales del evento era romper las piñatas que prepararon. Estaban chiquitas, y no me pude ni me quise aventar por los dulces, y tampoco tuve oportunidad de pegarles porque éramos demasiados. También estaba el peligro de darle un golpe a la tele que estaba en la pared, y sí hubo varios acercamientos peligrosos. La piñata se cayó varias veces del lazo, hubo problemas para atorar el lazo en un tubo del techo, le pegaron a uno de los que estaba jalando la piñata... En fin, fue mucho problema pero al final todo salió bien.
Supuestamente iba a haber karaoke, pero ya para acabar la fiesta solamente nos pusimos a cantar con las canciones que ponían en las bocinas del restaurante. Terminamos haciéndonos amigos de los que trabajaban ahí y nos la pasamos muy bien. Hasta eso terminamos temprano y hasta que casi nos corrieron del restaurante, porque ¿a quién se le ocurre hacer un evento en jueves cuando todavía hay clases? Pero bueno.
Una de las cosas más raras que he notado es que escucho (y hasta canto) más música en español estando en Inglaterra que cuando estoy en mi casa. Tengo que admitir que sí me salió el barrio en la fiesta, pero lo bueno es que estábamos en confianza, haha.
Una de las cosas más raras que he notado es que escucho (y hasta canto) más música en español estando en Inglaterra que cuando estoy en mi casa. Tengo que admitir que sí me salió el barrio en la fiesta, pero lo bueno es que estábamos en confianza, haha.
El viernes tuve demasiada flojera como para hacer algo interesante. En la mañana fui a mi último laboratorio de francés porque la siguiente semana me tocó el examen de speaking. Luego regresé a mi casita, me encerré para subir mi proyecto de francés a la página, y casi lloré porque me di cuenta de que hice más trabajo del necesario. Lo importante es que lo hice.
En la tarde-noche, hubo otra clase de Ceilidh (el baile escocés) además de un concierto de You Me At Six. Sí quería ir al concierto, pero cuando quise ver cuánto costaban los boletos, ya se habían agotado. También hubo un after-party en un club, pero está lejos y hacía frío. Al final no salí para nada, porque sí me cansé con la salida de la noche anterior.
Lo que nunca que se me ocurrió que You Me at Six, como amigos de Oliver Sykes y BMTH, pudieran ir a Church después del concierto; hasta que vi las fotos días después. Fue un momento triste, pero ni modo.
El sábado solamente salí para comprar la comida de la semana, y fuera de eso fue un día demasiado aburrido. Quería salir en la noche pero me dio frío y mejor me puse a decorar mi chamarra de mezclilla con los pins y parches que compré la semana anterior en Londres. Me gustó mucho el resultado, aunque todavía le queda espacio para agregar más adornos. Voy a tener que esperar hasta el verano para poder presumirla, o por lo menos a la primavera, porque por los próximos meses solamente voy a usar mi súper chamarra de invierno. Estoy sufriendo mucho con el frío.
El domingo fui con mis flatmates al Big Fat Quiz of the Year, el último quiz del año sobre todo lo que pasó en el 2018. Acabamos nuestro primer semestre de quizzes con un fail espectacular; apenas tuvimos más de la mitad de aciertos. Al menos lo intentamos. Para acabar la noche, jugamos una partida de billar como cada vez que vamos al quiz, pero esta vez mi equipo (o sea uno de mis flatmates y yo) por fin ganó, y solo porque yo metí todas las bolas que debía, incluso la negra al final. En palabras de mis flatmates, no ganó mi equipo, gané yo, LOL. Tengo mis momentos.
En la tarde-noche, hubo otra clase de Ceilidh (el baile escocés) además de un concierto de You Me At Six. Sí quería ir al concierto, pero cuando quise ver cuánto costaban los boletos, ya se habían agotado. También hubo un after-party en un club, pero está lejos y hacía frío. Al final no salí para nada, porque sí me cansé con la salida de la noche anterior.
Lo que nunca que se me ocurrió que You Me at Six, como amigos de Oliver Sykes y BMTH, pudieran ir a Church después del concierto; hasta que vi las fotos días después. Fue un momento triste, pero ni modo.
El sábado solamente salí para comprar la comida de la semana, y fuera de eso fue un día demasiado aburrido. Quería salir en la noche pero me dio frío y mejor me puse a decorar mi chamarra de mezclilla con los pins y parches que compré la semana anterior en Londres. Me gustó mucho el resultado, aunque todavía le queda espacio para agregar más adornos. Voy a tener que esperar hasta el verano para poder presumirla, o por lo menos a la primavera, porque por los próximos meses solamente voy a usar mi súper chamarra de invierno. Estoy sufriendo mucho con el frío.
El domingo fui con mis flatmates al Big Fat Quiz of the Year, el último quiz del año sobre todo lo que pasó en el 2018. Acabamos nuestro primer semestre de quizzes con un fail espectacular; apenas tuvimos más de la mitad de aciertos. Al menos lo intentamos. Para acabar la noche, jugamos una partida de billar como cada vez que vamos al quiz, pero esta vez mi equipo (o sea uno de mis flatmates y yo) por fin ganó, y solo porque yo metí todas las bolas que debía, incluso la negra al final. En palabras de mis flatmates, no ganó mi equipo, gané yo, LOL. Tengo mis momentos.
Esos fueron todos los acontecimientos de la semana 11, a casi nada de acabar el semestre. Siento que ha sido eterno, pero al mismo tiempo se me ha pasado rapidísimo. Ahora entiendo que efectivamente, un semestre de universidad equivalen a 2 años en vida real. Es extraño, pero sí pasa. En fin, ya casi empiezan mis clases del segundo semestre, así que espero poder preparar algunos posts antes de que empiece la locura y ya no tenga tiempo de nada. Por lo menos ya no tengo clase de Escritura Creativa y ya no tengo que seguir escribiendo historias o poemas como tarea. Eso ya es ganancia. Ahora sí, esto es todo por hoy. ¡Hasta pronto!