6/7/18

LitUK: 21-25 de Mayo. Prom.

¡Hola! Creí que éste sería el último post sobre mayo, pero resulta que un día fue demasiado interesante y necesitó casi todo un post para él: la noche del Prom. Y una pequeña historia más. Ahora sí los días se empiezan a poner más interesantes porque gracias al buen clima y a las ganas de aprovechar el tiempo; empecé a salir más y hubo más cosas que hacer en general. Así que, disfruten de estas aventuras.

Mayo 21
Day with the boiz. O sea, salida con el squad de niños, ja. Los amigos que me encontré el día anterior (en el post anterior) me invitaron al cine a ver Deadpool 2 y pensé, "¿por qué no?".
Me quedé hasta tarde en la escuela, jugué basketball, y fue cuando me di cuenta de que era la única niña en el grupo. Me gusta salir con niños/hombres (ajá) que no están acostumbrados a tener a una niña alrededor, porque no me tratan diferente o especial: no me dejan pasar primero, ni me dejan espacio para caminar sobre la banqueta, y me dejan al final del grupo. LOL. O sea, no son nada caballerosos, pero no necesito que lo sean. Además me dio risa que todos se quedaran sorprendidos porque sí me gusta Deadpool. Lo peor es que creo que yo entendí más los chistes y las referencias que ellos, fuera de que tal vez tenga un nivel más alto de inglés.

Mayo 25
PROM.
Quería dejar una entrada completa para este día pero olvidé incluir el 21 de mayo en el post anterior. Aún así, fue una gran noche. Hubo clases en la mañana, como un viernes cualquiera, pero en cuanto salí, fui a prepararme para la noche. Bueno no, sí fui a la playa a relajarme y a comer lunch en el centro, y después fui a mi casa a arreglarme. 
Realmente pasé toda la tarde en la preparación. Estuve escuchando música con una playlist especial, editada después de saber que mi crush no iría a la fiesta. Pero bueno, me bañé, maquillé, peiné, vestí; y sí, me sobró mucho tiempo. Ya había practicado el maquillaje y peinado antes, y compré varias cosas de maquillaje que necesitaba renovar y otras que nunca había usado antes, como highlighter. Al final todo quedó bastante decente.
El problema salió cuando ya era hora de irme. Según tenía entendido, el evento empezaba a las 7:30, y tenía planeado llegar un poco tarde, o sea, fashionably late. Primera cosa que no tenía considerada: en otras partes del mundo llegan poco antes de la hora a la que les dicen. El segundo problema fue encontrar transporte. Tenía planeado llamar un taxi, y me estuve fijando en el número desde días antes, pero en ese momento se me olvidó. Bajé la aplicación de Uber pero no aceptó mi tarjeta de débito. Le pregunté a mis homies (btw, se me olvidó decir que llegó un nuevo homie coreano/taiwanés) por ayuda, y hasta subí las escaleras en tacones para buscar a mi homie brasileño (y no se me olvida su cara de sorpresa cuando me vio toda arreglada, LOL); pero ninguno me pude ayudar. Otro problema: nuestros hosts no estaban. Desaparecieron. Me dijeron que uno ni siquiera había aparecido para la cena, y el otro acababa de salir a la tienda. Así que eran las 7:25, tardaba como 10 minutos de camino en coche, y nada más no encontraba cómo irme. Finalmente, mi host apareció unos minutos más tarde y no saben el suspiro de alivio que di, además de que se ofreció a llevarme y me recordó que llevara suéter. De verdad ya falta poco para que me adopten.
La verdad es que la fiesta me pareció un poco a las fiestas que nos hacían en hoteles durante los torneos de volleyball de mi prepa, solamente que aquí fue en el Hilton, o sea. Además si fue mucho más elegante, excepto por la comida. Llegué justo a tiempo y la mayoría de personas ya estaban por ahí. Así que mientras empezaba el baile y se ponía el ambiente, aproveché para tomarme fotos en el photobooth con mi única amiga cercana que sí fue y con mi squad de niños. Es divertido ver a la gente que no le entiende el chiste a los photobooths porque no encuentran cómo posar; pero yo tengo amplia experiencia y creo que hasta prefiero las tiras de fotos a las fotos instantáneas que están tan de moda.
Después pasamos a la cena, algo decepcionante. Habíamos votado antes entre "street food" y una cena más formal, y tenía entendido que más gente había elegido la cena bien, pero al parecer no. Hubo algo parecido a comida china que más bien era puro arroz en cajitas, otra cosa que no se me antojó y que no me acuerdo; y lo mejor de todo, helado. Me comí dos vasitos de helado y estuvieron bastante bien, uno de los highlights de la noche; bueno, del prom. 
Luego de la comida vinieron los premios, cosas como "el payaso de la clase", "mejores vestidos (hombre y mujer)", "más deportistas (hombre y mujer)", etc. Lo más sorprendente es que fui nominada a la mejor vestida. Realmente no lo esperaba, pero alguien votó por mí y pues, gracias. De esas cosas que nunca me hubieran pasado en otro lugar. Digo, no gané pero no me importó.
Pero bueno, después de un par de discursos "emotivos", empezó el baile. Pasé un buen rato en la mini-pista de baile hasta que ya no aguantaba más mis tacones. Y la fiesta terminó demasiado temprano, como 10:30. Pero todavía no quería regresar a mi casa, aún cuando las maestras ya tenían varios taxis listos para mandar a todos a dormir. Bueno, a sus casas.
Aquí va el tercer gran problema de la noche: mi amigo me abandonó. Le había preguntado antes si tenía un plan para después del prom; o sea, el after. Me dijo que sí y que no había problema si me unía. Pero cuando acabó la fiesta, desapareció con otras personas. Aún así, me negué a irme, y otro amigo me salvó de las maestras diciendo que me iba a acompañar a mi casa caminando (ajá). Así fue como escapé, pero aún sin idea de a dónde ir. La salvación de la noche: mi homie brasileño. Le mandé mensaje por Instagram, porque nunca intercambiamos números de teléfono, y le pregunté si estaba en el bar al que siempre iba con sus amigos. Efectivamente estaba ahí; y así de fácil es como haces planes de último segundo con alguien; o como te metes en los planes de alguien. Fui al bar, algo fuera de lugar porque nadie más llevaba vestido largo, y ahí mi homie me presentó a todos sus amigos, que había visto antes pero con los que no había hablado para nada. Me quedé un rato en el bar con el grupo de amigos, aunque ellos ya llevaban más tiempo ahí y estaban considerablemente borrachos gracias al descuento en cervezas de no tan buena calidad. Como le dije al homie brasileño: es barato, pero es alcohol a fin de cuentas. Fue medio incómodo estar por ahí porque todos eran súper amigos y ya estaban en el mood, pero me quedé. 
Me seguí la fiesta con ellos y fuimos a un antro donde cada viernes es noche latina, y al que nunca había ido porque no soy tan fan de la música latina; aunque esa noche sí quería bailar. La gran sorpresa fue que en el antro me encontré a muchos de mis amigos de los que habían ido al Prom, incluyendo al que me abandonó. La mayoría de los que me vieron se sorprendieron de verme ahí. Primero, porque no iba con ellos; segundo, porque no tengo fama de andar en antros. Fue divertido. Una de las cosas más extrañas fue que por momentos mis amigos, y los amigos de mi homie, se iban o bailaban entre ellos y yo me quedaba más o menos sola, pero no me importó y seguí bailando. Suena raro, pero me siento orgullosa de mí misma por no morir de pena; y sin necesidad de ahogarme en alcohol previamente. Horas más tarde, ya que apenas podía seguir de pie por el cansancio de llevar tacones (y no haberlos usado en meses), mi homie y otros 3 de sus amigos decidieron que ya querían acabar la noche, y para no irme sola me fui con ellos. Eran ya alrededor de las 3 de la mañana, y el cielo ya estaba empezando a aclararse un poco; porque en verano amanece como a las 4 o 4:30. Fue una larga noche, pero creo que todo valió la pena. 
Les juro que fue de las noches más locas de mi vida: personas extrañas, lugares nuevos, un súper vestido demasiado formal, bailando sin que me importara nada, y extremadamente cansada de los tacones. Al final no gasté tanto como esperaba, y eso también es bueno. Y por último, fue un día en el que seguí bien una de mis frases favoritas: Seize the day/Carpe diem/Aprovecha el día (y la noche).

Esto es todo por hoy. Resulta ser que después de casi 10 meses, ya tengo squad, mejor amigo, y ya salgo en las noches sin temblar de miedo. Grandes logros. Esperemos que el verano se ponga más interesante para seguir teniendo de qué escribir; y espero que les gusten éstas y las próximas historias, porque cada vez hay más cosas que contar. ¡Hasta pronto!