¡Hola! Es hora del penúltimo post de mi primer año de universidad. Esta semana la pasé mudándome y entreteniéndome por mi cuenta ya que todos mis amigos cercanos se habían ido a sus casas para el verano. Pero bueno, comencemos.
Julio 1
Julio 1
Día de mudanza. Nunca antes me había mudado así que fue una experiencia interesante. Y la razón por la que debía cambiarme fue que el contrato para el departamento en el que me quedé desde septiembre estaba por acabar porque solo era para el primer año.
Me pasé la mañana terminando de empacar, metiendo todo maletas, mochilas, y bolsas reusables, porque lo que no tenía eran cajas, pero funcionó. Estuve organizando todo hasta que llegó la mamá de mi flatmate #1. Mi flatmate fue de viaje escolar nada más y nada menos que a Corea, así que me tocó convivir con su familia sin su presencia. No fue tan raro, y además si me ayudaron bastante, y aproveché que ellos están en la ciudad y tienen coche porque mi plan inicial era cargar mis maletas hasta la casa nueva una por una, pero luego me di cuenta de que era muy mala idea.
Cuando llegó, toda la calle estaba llena porque medio mundo también se mudó ese día, supongo que porque ese día empezaban la mayoría de contratos para casas de estudiantes. Para no perder el súper lugar de estacionamiento que encontró, fuimos caminando a recoger las llaves de la nueva casa. Creí que me iban a pedir mi identificación o algo, pero fue muy informal y además me entregaron las llaves en montón, sin saber cuál era cuál.
Al principio me dio pena porque creí que tenía demasiadas maletas y bolsas, pero la mamá de mi flatmate hasta se emocionó porque ya tenía todo empacado y bien acomodado. Dijo que para llevarse todas las cosas de mi flatmate #1 tuvieron que dar como 7 vueltas a su casa con el coche lleno. Luego de eso, entendí que no les preocupara ni les molestara ayudarme. Para mí, dos vueltas fueron suficientes para mover todas mis pertenencias a la casa nueva y ya quedé casi instalada. Por decisión unánime (y berrinche de mi flatmate #3) me quedé con el cuarto de la planta baja para no tener que subir mis maletas yo sola y no sufrir con las escaleras.
Después de medio acomodar cada bolsa en su lugar, salí en la tarde justo a tiempo antes de que cerraran Costa para tomar un refrescante smoothie porque el día estuvo soleado y medio caluroso; y también para tener 30 minutos de internet gratis porque resultó que el módem todavía no estaba instalado en la casa nueva. Fuera de ese pequeño inconveniente, todo salió bien.
Me pasé la mañana terminando de empacar, metiendo todo maletas, mochilas, y bolsas reusables, porque lo que no tenía eran cajas, pero funcionó. Estuve organizando todo hasta que llegó la mamá de mi flatmate #1. Mi flatmate fue de viaje escolar nada más y nada menos que a Corea, así que me tocó convivir con su familia sin su presencia. No fue tan raro, y además si me ayudaron bastante, y aproveché que ellos están en la ciudad y tienen coche porque mi plan inicial era cargar mis maletas hasta la casa nueva una por una, pero luego me di cuenta de que era muy mala idea.
Cuando llegó, toda la calle estaba llena porque medio mundo también se mudó ese día, supongo que porque ese día empezaban la mayoría de contratos para casas de estudiantes. Para no perder el súper lugar de estacionamiento que encontró, fuimos caminando a recoger las llaves de la nueva casa. Creí que me iban a pedir mi identificación o algo, pero fue muy informal y además me entregaron las llaves en montón, sin saber cuál era cuál.
Al principio me dio pena porque creí que tenía demasiadas maletas y bolsas, pero la mamá de mi flatmate hasta se emocionó porque ya tenía todo empacado y bien acomodado. Dijo que para llevarse todas las cosas de mi flatmate #1 tuvieron que dar como 7 vueltas a su casa con el coche lleno. Luego de eso, entendí que no les preocupara ni les molestara ayudarme. Para mí, dos vueltas fueron suficientes para mover todas mis pertenencias a la casa nueva y ya quedé casi instalada. Por decisión unánime (y berrinche de mi flatmate #3) me quedé con el cuarto de la planta baja para no tener que subir mis maletas yo sola y no sufrir con las escaleras.
Después de medio acomodar cada bolsa en su lugar, salí en la tarde justo a tiempo antes de que cerraran Costa para tomar un refrescante smoothie porque el día estuvo soleado y medio caluroso; y también para tener 30 minutos de internet gratis porque resultó que el módem todavía no estaba instalado en la casa nueva. Fuera de ese pequeño inconveniente, todo salió bien.
Julio 2
Me pasé el día limpiando y vaciando el departamento anterior para que no nos cobraran nada del depósito. No me imaginé que estuviera tan mal, pero mis flatmates me dejaron como 3 cajones del congelador llenos, y sí me enojé por toda la comida echada a perder que tuve que tirar. También di dos vueltas al Edge (las oficinas de ayuda y restaurante del área de alojamiento de la universidad) para donar lo que pude de comida, platos, y cubiertos. Aprovechando la caminata de 5 minutos, compré un sándwich de lunch.
Me pasé el día limpiando y vaciando el departamento anterior para que no nos cobraran nada del depósito. No me imaginé que estuviera tan mal, pero mis flatmates me dejaron como 3 cajones del congelador llenos, y sí me enojé por toda la comida echada a perder que tuve que tirar. También di dos vueltas al Edge (las oficinas de ayuda y restaurante del área de alojamiento de la universidad) para donar lo que pude de comida, platos, y cubiertos. Aprovechando la caminata de 5 minutos, compré un sándwich de lunch.
En todo el día, di como 4 vueltas sacando bolsas de basura y ropa para donar, y entre tantas vueltas conocí a un vecino de algún otro departamento que al parecer también se estaba mudando ese día, y nos hicimos amigos de mudanza de tantas veces que nos vimos pasar ese día. Pero él iba con sus papás.
Regresé medio temprano a la casa luego de quedarme un buen rato aprovechando el internet gratis del departamento. Me llevé todos los productos de limpieza en dos bolsas enormes, y a medio camino me arrepentí de no llevármelos el día anterior. Sí estaban pesados. Después volví a ir a Costa, esta vez por limonada y por más WiFi gratis. Aparentemente el siguiente día por fin me iban a entregar el módem.
Regresé medio temprano a la casa luego de quedarme un buen rato aprovechando el internet gratis del departamento. Me llevé todos los productos de limpieza en dos bolsas enormes, y a medio camino me arrepentí de no llevármelos el día anterior. Sí estaban pesados. Después volví a ir a Costa, esta vez por limonada y por más WiFi gratis. Aparentemente el siguiente día por fin me iban a entregar el módem.
Julio 3
Regresé por última vez al departamento para terminar de limpiar y revisar que no quedara nada. Horas más tarde me acordé que dejé el tapete que mi flatmate #2 compró para el baño, pero lo bueno es que ya había uno en la casa nueva. También fui a entregar la llave de mi cuarto, aunque técnicamente todavía puedo entrar al departamento porque la puerta principal se abre con un código, pero bueno. Otra vez le pedí ayuda a la mamá de mi flatmate para llevar toda la comida congelada a la casa, que principalmente eran helados; y con eso concluí oficialmente mi mudanza y me despedí del edificio de Crewe. Y volví a ver a mi amigo de mudanza, que por cierto traía la misma playera que el día anterior, aunque creo que no lo volveré a ver. Pero esta vez hasta me sonrió, LOL.
Ya que terminé todo muy temprano, fui por mi lunch y un frappé a Starbucks porque ahí no tienen límite de tiempo para el WiFi gratis. Por primera vez pasé por la famosa calle "Conduit", que es donde está la facultad de Management o Administración, pues; y que es conocida por estar súper inclinada. Lamentablemente voy a tener que caminar por ahí todos los días a partir de septiembre porque es el camino más rápido hacía la universidad, pero estoy segura de que sí me voy a morir en algún momento.
Después de mi rato de internet y de la horrible subida de regreso, aproveché el día soleado y caluroso para caminar al parque cerca de la nueva casa. Leí un poco, vi el atardecer, y pude acariciar a varios perritos que se acercaron a saludar mientras estaba sentada en el pasto. Gracias a eso, el parque se ha convertido en mi nuevo lugar favorito y volveré todo el tiempo que pueda.
Ya que terminé todo muy temprano, fui por mi lunch y un frappé a Starbucks porque ahí no tienen límite de tiempo para el WiFi gratis. Por primera vez pasé por la famosa calle "Conduit", que es donde está la facultad de Management o Administración, pues; y que es conocida por estar súper inclinada. Lamentablemente voy a tener que caminar por ahí todos los días a partir de septiembre porque es el camino más rápido hacía la universidad, pero estoy segura de que sí me voy a morir en algún momento.
Después de mi rato de internet y de la horrible subida de regreso, aproveché el día soleado y caluroso para caminar al parque cerca de la nueva casa. Leí un poco, vi el atardecer, y pude acariciar a varios perritos que se acercaron a saludar mientras estaba sentada en el pasto. Gracias a eso, el parque se ha convertido en mi nuevo lugar favorito y volveré todo el tiempo que pueda.
Julio 4
Salí temprano para ir a la oficina de correos hacia el lado de la ciudad que no conocía, para recoger el módem que no recibí el día anterior porque al parecer la caja estaba demasiado grande para el buzón y llegaron mientras estaba en el departamento. Lo malo que descubrí fue que para cualquier lado que quiera ir, todo es de bajada, o sea que el regreso a la casa es lo más difícil a donde sea que vaya.
Por fin conecté el módem, aunque el internet todavía no funcionó y no supe que hacer. Por lo tanto, mejor fui a comer a un café medio hipster de la zona, que me gustó mucho porque sí tenían té helado para el bonito día de verano, lo cual es raro en cafés independientes.
Salí temprano para ir a la oficina de correos hacia el lado de la ciudad que no conocía, para recoger el módem que no recibí el día anterior porque al parecer la caja estaba demasiado grande para el buzón y llegaron mientras estaba en el departamento. Lo malo que descubrí fue que para cualquier lado que quiera ir, todo es de bajada, o sea que el regreso a la casa es lo más difícil a donde sea que vaya.
Por fin conecté el módem, aunque el internet todavía no funcionó y no supe que hacer. Por lo tanto, mejor fui a comer a un café medio hipster de la zona, que me gustó mucho porque sí tenían té helado para el bonito día de verano, lo cual es raro en cafés independientes.
Luego de comer, tenía la intención de ir al parque a leer, pero el sol estaba bastante fuerte y fui a buscar una banca en la sombra. Nunca la encontré. Fui en una excursión por todo el parque, llegando hasta la pista de BMX (rampas como para patinetas pero para bicicletas), y por una parte que apenas tenía un sendero, o sea que casi me metí al bosque. Al menos no me perdí, pero me preocupé un poco porque no aparecía ningún camino en Google Maps. Tampoco está tan grande, pero sí estaba vacío.
Para la noche, después de cenar, fui a la reunión de la sociedad latinoamericana. Debido al horario de verano de los restaurantes de la universidad, ahora fue en un pub que es parte de Wetherspoon, una cadena famosa de Inglaterra. Estuvo buena la plática, aunque por un par de extranjeros estuvimos hablando más en inglés que en español.
Para la noche, después de cenar, fui a la reunión de la sociedad latinoamericana. Debido al horario de verano de los restaurantes de la universidad, ahora fue en un pub que es parte de Wetherspoon, una cadena famosa de Inglaterra. Estuvo buena la plática, aunque por un par de extranjeros estuvimos hablando más en inglés que en español.
Julio 5
Por primera vez en todo el verano me desperté a las 10:30, la hora perfecta para iniciar el día. Me había estado levantando más o menos a esa hora, pero despertaba desde las 8 o 9. Desayuné, me vestí, y luego me entretuve hasta que fue hora de comer.
Salí por taquitos a Las Iguanas, y luego fui a dar la vuelta al centro para hacer algunas compras de cosas necesarias para la nueva casa. No había ido a esa tienda desde enero o febrero, porque está más lejos. Así que por esa razón y porque iba cargando bastantes cosas, decidí tomar el camión de regreso para conocer la nueva ruta que tengo que tomar. Lo que no consideré fue que era la hora de salida de las escuelas y el camión se llenó a medio camino, así que golpeé a algunas personas con mis bolsas, pero logré salir. Lo malo es que no me alcanzaron las manos ni los músculos para cargar con un espejo, que sí me hace falta.
Para cenar fui a Peddler's, el mercado de comida de cada primer fin de semana del mes. También aproveché para ver cómo iba a estar el camino hasta Kelham Island, donde ponen el mercado y además donde está Church, mi bar favorito. Al parecer el camino es más corto pero para regresar es todo de subida, así que es más cansado. En fin, encontré un lugar que vendía tacos y burritos. Tuve que elegir la versión de burrito porque sabía que sería más fácil de comer que un taco si no encontraba mesa, que fue lo que pasó. Lo pedí de pollo al chipotle, que sí me pico pero también me gustó. Para bajar la enchilada, fui por una soda de piña y fresa, bastante refrescante porque aparte del picante también tenía calor. Finalmente regresé a encerrarme y descansar tranquilamente en mi nueva casita.
Y así pasé los primeros días de mi casi solitario verano. Al menos todavía hay gente que conozco, aunque no sean tan cercanos a mí. Es interesante tener una casa completa solo para mí, y fuera de las arañas y del internet desconectado, no he tenido tanto problema arreglando todo. En fin, ya solo queda un post más de esta serie, que voy a terminar justo a tiempo antes de comenzar el segundo año. A ver cómo me va mientras. También tengo una nueva serie pendiente, que espero ya poder subir. Pero bueno, esto es todo por ahora. ¡Hasta luego!
Salí por taquitos a Las Iguanas, y luego fui a dar la vuelta al centro para hacer algunas compras de cosas necesarias para la nueva casa. No había ido a esa tienda desde enero o febrero, porque está más lejos. Así que por esa razón y porque iba cargando bastantes cosas, decidí tomar el camión de regreso para conocer la nueva ruta que tengo que tomar. Lo que no consideré fue que era la hora de salida de las escuelas y el camión se llenó a medio camino, así que golpeé a algunas personas con mis bolsas, pero logré salir. Lo malo es que no me alcanzaron las manos ni los músculos para cargar con un espejo, que sí me hace falta.
Para cenar fui a Peddler's, el mercado de comida de cada primer fin de semana del mes. También aproveché para ver cómo iba a estar el camino hasta Kelham Island, donde ponen el mercado y además donde está Church, mi bar favorito. Al parecer el camino es más corto pero para regresar es todo de subida, así que es más cansado. En fin, encontré un lugar que vendía tacos y burritos. Tuve que elegir la versión de burrito porque sabía que sería más fácil de comer que un taco si no encontraba mesa, que fue lo que pasó. Lo pedí de pollo al chipotle, que sí me pico pero también me gustó. Para bajar la enchilada, fui por una soda de piña y fresa, bastante refrescante porque aparte del picante también tenía calor. Finalmente regresé a encerrarme y descansar tranquilamente en mi nueva casita.
Y así pasé los primeros días de mi casi solitario verano. Al menos todavía hay gente que conozco, aunque no sean tan cercanos a mí. Es interesante tener una casa completa solo para mí, y fuera de las arañas y del internet desconectado, no he tenido tanto problema arreglando todo. En fin, ya solo queda un post más de esta serie, que voy a terminar justo a tiempo antes de comenzar el segundo año. A ver cómo me va mientras. También tengo una nueva serie pendiente, que espero ya poder subir. Pero bueno, esto es todo por ahora. ¡Hasta luego!