¡Hola! Último post de esta serie, por lo menos hablando sobre el tiempo que pasé en Bournemouth, Inglaterra. Se me tiene que ocurrir otro nombre para el periodo que sigue, pero mientras hay que hacer el (gran?) final de "Living in the UK".
Junio 16.
Me pasé todo el día empacando, peleando con mis maletas, y viendo qué tanto podía abandonar. Incluso tuve que mandar una caja de emergencia. La semana pasada que fui a DHL agarré otra caja, pero más chica. El plan era que, en caso de que de verdad no cupieran más cosas en las maletas, mandaría esa otra caja. Si no era necesaria, pues se las dejaría a mis hosts por si la ocupaban para algo. Pero vaya que fue necesaria. Esta vez sentí la caja más pesada, y ahora sí me fui en camión hasta la tienda; seguida por miradas raras de la gente. Terminé con dolor de brazos, pero todo resultó bien y hasta fue más rápido porque ahora sí tenía dinero suficiente, LOL.
En otras noticias, la cena del jueves fue la última que tuve en la casa, y todo por un plan inesperado pero increíble. No pudo haber una mejor (y más loca) manera de acabar mi estadía en Bournemouth. Salí con un amigo con el que llevaba mucho tiempo tratando de hacer un plan pero no habíamos podido por los exámenes y todos los trabajos que teníamos que hacer. Tenía la intención de ir a la playa por última vez, aunque también quería
dejarme llevar por la noche... Por lo tanto, no fui a la playa, pero aún así la pasé muy bien con él. Fuimos a
cenar lo más parecido a comida mexicana que encontré para que él la conociera, y que no fuera nada picante porque a él no le gustaba; así que terminamos comiendo burritos. No tan emblemáticamente mexicano pero meh. Luego nos dirigimos al cine para ver la película más nueva de Jurassic World, y terminamos la noche en un mini pub crawl improvisado porque ya estaban cerrando algunos pubs y tuvimos que movernos a otros. Que quede claro que no era tan tarde, pero algunos lugares cierran demasiado temprano en el pueblo. Fue una noche larga y tal vez demasiado espontánea pero buena, y con una gran compañía. Lo último que quiero decir es, ¿quién dice que no se puede tener diversión en Bournemouth?
Junio 17.
Sin importar a qué hora me despertara, no iba a tener tiempo suficiente. Al final casi salí corriendo de la casa. Me bañé, y terminé de cerrar mis maletas, sin poder evitar el sobrepeso; aún habiendo donado varias cosas a una tienda de caridad, mandando dos cajas por DHL, y dejando otra caja con ropa que nunca usé allá y otro montón de chucherías tiradas por todos lados que no quería llevar conmigo. Además de dejar mi bote de basura a punto de explotar y 50 centavos en monedas de 1, que mi host me cambio por una sola moneda.
Decidí tomar un taxi al aeropuerto, por más caro que saliera, porque consideré que iba a ser demasiado problema ir cargando dos maletotas y mi mochila primero a la estación de autobuses, luego tomar el autobús a la estación central de Londres, y luego el autobús al aeropuerto. Está bien que ya estoy más fuerte, pero no tanto; y tampoco tengo cuatro manos.
El taxi llegó poco antes de la hora en que lo esperaba, y por seguir corriendo, apenas me dio tiempo de pesar por última vez las maletas y de aceptar que iba a tener que pagar extra por el sobrepeso. Me despedí rápido de mis hosts (que ya faltaba poco para que me adoptaran) y me fui. Definitivamente me faltó tiempo, y un abrazo no fue suficiente para agradecer los 9 meses que me aguantaron en su casa, pero me tenía que ir.
Mientras iba en el taxi realmente creí que iba a llorar, o eso esperaba. Pero en ningún momento me sentí triste de dejar Bournemouth. Sabía que lo iba a extrañar, y sabía que me esperaba un gran cambio llegando a mi país, pero también sabía bien que mi tiempo ahí se había acabado y que no tenía nada más que hacer en ese lugar. Claro que volveré para saludar a mis amigos y a mis hosts en algunas próximas vacaciones, pero hasta entonces, acabé. Por un lado, sentía como en las películas cuando tratan de resolver todos sus pendientes para morir en paz, o sea, que sentía que me estaba muriendo y que tenía que dejar todo arreglado; pero supongo que nunca me había tenido que mudar de un lugar al que sabía que tal vez nunca regresaría después de haber pasado tanto tiempo ahí.
Pero bueno, una vez en el aeropuerto de Stansted, llegué justo a tiempo para hacer el check-in, y la señorita del mostrador se apiadó de mí, después de mandarme a reacomodar mis maletas, y me dejó mandar mis dos maletas adentro del avión sin cobrarme extra. Y como perdí mucho tiempo en todo ese lío, apenas tuve tiempo de comprar algo de comer para dirigirme directamente a la sala de abordar. De ahí, me esperaban 14 horas de viaje, con una pequeña escala en Boston, Estados Unidos. He aquí cuando siento celos de mis amigos turcos (que eran los más cercanos a Inglaterra) que solamente tenían que tomar un vuelo de 4 horas hacia sus casas, y aún así se quejaban. Esperaba poder descansar algo entre tanto viaje y recuperar algo de sueño, pero no me salió muy bien y mejor me acabé la batería de mi iPod.
Así fue como acabó mi aventura en Bournemouth, y con esto concluye esta serie. Si todo sale bien en los próximos días, volveré a Inglaterra para estudiar la Licenciatura allá, y ya veremos si todavía puedo seguir escribiendo sobre mis experiencias. Las aventuras todavía no acaban, pero posiblemente sí mi tiempo libre; o mi motivación para escribir por gusto. Pensar que esta serie de posts empezó muy improvisadamente mientras estaba aburrida antes de tener clases formales, además de que al principio escribí desde mi celular (por dos o tres días) porque mi computadora no se quería conectar al internet. Definitivamente me entristecí mientras escribía este post en específico, y por si no lo notaron, me tardé demasiado en publicarlo y terminar de escribir, pero supongo que esto significa que al fin he acabado con todo lo que tiene que ver con aquel pequeño pueblo inglés. Fue una muy buena experiencia que no cambiaría por nada y que quiero creer que sí aproveché; y mientras me prepararé para lo que viene. Todavía me queda tiempo para escribir y tengo muchos planes para el blog, así que no me abandonen ni me olviden. Y antes de irme, quiero decir que dejé un link en alguna parte del lado derecho para una lista de canciones que me ayudó a pasar por este período de cambio, por si les interesan mis gustos musicales; y en algún momento escribiré sobre esas canciones. Ahora sí, ¡hasta pronto!