5/8/18

LitUK: 12-15 de Junio

¡Hola! Es tiempo del penúltimo post sobre mi vida en Inglaterra. Casi dos meses después, pero mejor tarde que nunca; dicen por ahí. Vamos a hacer un conteo de cuántas veces menciono que algo es lo "último". Ustedes lean y me dicen al final. Lo peor es que todavía me faltan dos días más, que esos sí son los últimos (llevo una).

Junio 12.
El día anterior, ya muy cómoda en mi cama, y cansada de tanto leer sobre Hitler, Stalin, y Napoleón para el examen de Historia del siguiente día, me puse a ver "Pretty In Pink" porque necesitaba distraerme y relajarme. Me terminé durmiendo más tarde de lo que debía, además de soñar con una escena parecida a la del Prom. Yo y mi obsesión con el Prom. Btw, muy buena película.
Después del examen de historia, que resultó meh; fui al arcade y a la playa. Ya había planeado que cada día de la semana iba a comer un postre o algo dulce diferente cada día. Ya fueran cosas que quería probar, tiendas que quería conocer, o cosas para tomar por última vez (como Tealith). Este día tocó una paleta de helado de Cadbury. Había visto el anuncio un día que estaba parada en la fila para otra tienda de helados en el muelle, afuera del arcade, y desde entonces tenía el antojo. Por fin lo probé, y estuvo muy rico. aunque se parecía a las paletas de Magnum, pero con pedazos de chocolate dentro. Delicioso.
Luego fui a visitar a mi amigo #1 a su residencia nada más para ver cómo andaba, y realmente esperaba que me dijera que no (porque ya lo había hecho antes) pero ahora sí estaba despierto, LOL. Se me hizo un poco tarde porque pasé a comprar un sándwich de lunch y casi saqué a mi amigo de su cama para que me abriera pero llegué, hehe. Ya me la vivo en la residencia y paso como por mi casa. Lo bueno es que casi nunca hay nadie por ahí, más que mi amigo. Para no verme tan mala onda por casi (CASI) obligarlo a dejarme pasar, lo ayudé a limpiar su cuarto y tirar un montón de papeles que tenía aventados por ahí. Al menos descubrimos que su escritorio tenía mesa. Todo para hacer tiempo y evitar volver a mi casa a limpiar mi propio desastre.
Tarde o temprano tuve que volver a mi casita, y cuando regresé encontré algo muy interesante en la mesa de la cocina. Descubrí el calendario de mis hosts, y no inventen con lo organizados que son. No se si ya había platicado que las habitaciones están por color y así es como reparten las repisas para zapatos y para el baño. En el calendario tenían las calcomanías de los colores de las habitaciones que estuvieran ocupadas cada día; con nombre, nacionalidad, y fechas de llegada y salida de cada estudiante. Lamentablemente no tenía mi celular para tener la prueba, pero me impresionó.

Junio 13.
Ya me siento bien adulta responsable manejando mi tiempo libre y yendo a la biblioteca a estudiar. Este día no tuve examen, así que tuve todo el tiempo del mundo para salir, estudiar, y descansar un poco. Fui a la biblioteca de la universidad, a la que había ido una vez en diciembre. Ya más o menos conocía, pero igual me perdí para llegar porque la vez pasada caminé hacia allá desde el centro y ahora fui desde mi casa. A fin de cuentas solo fueron unos cuantos pasos más y vueltas innecesarias, pero llegué. Ahora me encontré a otra amiga a quien nunca me había encontrado fuera de la escuela, y eso ya es un cambio.
En el camino de regreso, me tuve que comprar un merecido heladote. Se me olvidó el tamaño monstruoso del helado, porque en ese lugar dos bolas quieren decir dos sabores y dos bolas de cada uno. El único problema que tengo con los helados es que cuando están demasiado fríos no se les agarra bien el sabor, pero si no está casi congelado se me termina derritiendo encima porque soy muy lenta para comer. Fuera de eso, estuvo delicioso.
Un tip muy importante: no usen playeras con la bandera de Inglaterra en Inglaterra porque se les quedan viendo feo. A menos de que quieran verse bien turistas en Londres, úsenla; pero fuera de ahí, no lo hagan. Yo no lo vuelvo a hacer.

Junio 14.
Penúltimo examen, al fin. Pero este me tocó en la tarde. Tuve que cambiar los planes del día porque quería ir a un restaurante estilo años 50 (Rock N' Roll y todo eso) pero vi el menú por internet y estaba muy por encima de mi presupuesto. Con una malteada me hubiera conformado, pero costaban casi 6 libras (150 pesos) y pues así no me salen las cuentas. Por eso terminé en un restaurante de comida rápida, y por estarlo pensando se me hizo un poco tarde. Poco. Otra vez me encontré a la amiga a la que siempre me encuentro, y dijo que me había visto en la biblioteca el día anterior pero no me había querido interrumpir. Yo que pensé que por un día no me la iba a encontrar.
Me tuve que tragar la hamburguesa que pedí, además de las papas que no sé por qué pedí si sabía que no tenía suficiente tiempo. Además casi me ahogo con el refresco, porque era de lata y traté de tomármelo lo más rápido posible para no tener que llevármelo.
El examen de política estuvo largo y cansado, y ya siendo el penúltimo examen casi nadie tenía energía para nada. Lo que me alegró el momento fue que mi compañero venezolano, justo antes empezar el examen, exclamó "ay, ay, ay, ay..." en tono de una famosa canción mexicana. Cuando lo voltee a ver, se siguió con la canción; "canta y no llores..." y casi me muero de la risa.
Había pensado que cuando saliera del examen, podía ir al centro por otro helado si es que tenía energía suficiente. Pero no la tuve. Fui a hablar con una maestra y me tomé mi tiempo para salir de la escuela, porque posiblemente sería la única vez que estaría en ese edificio. Al final lo único que quería era llegar a tirarme en mi camita. Lo bueno es que el examen del día siguiente era básicamente un examen de inglés, de vocabulario y lectura, así que no tenía que estudiar mucho. O nada. Lo que quedaba del día me dediqué a seguir tirando papeles y a pelearme con mis maletas.

Junio 15.
Penúltimo día completo en Bournemouth y último día de escuela, para siempre. Tuve el examen en la mañana, pero en un gimnasio a 10 minutos del edificio principal de la escuela. De todos modos fui al edificio a entregar unos papeles, y me despedí del lugar. El examen estuvo muy fácil y hasta me dio tiempo de releer todas las lecturas, y al terminar me quedé en el patio de afuera con unos amigos solamente esperando a que empezara la asamblea de despedida. No me acuerdo de la mayoría de cosas que dijeron, pero fueron muchas despedidas y demasiados diplomas entregados. El único que gané fue el de 100% de asistencia en todo el año, lo cual no es exactamente cierto pero ¿quién soy yo para discutir un reconocimiento?
Después del adiós final y varios abrazos a amigos y maestros, le pregunté a mi amigo #1 si quería comer el último lunch juntos, porque él se iba el día siguiente, pero al final me dejó plantada. Así que como plan de emergencia, fui a McDonald's; porque aunque de ese sí hay en México, casi no como hamburguesas allá, así que pensé "la última y nos vamos". Y lo que no podía faltar, me encontré a la amiga a la que siempre me encuentro; posiblemente por última vez pero nunca se sabe.
Sin nada mejor que hacer pero demasiado animada para volver a mi casa, me dirigí al arcade a bailar un rato. Para este día, planee tomar una malteada de una cadena llamada MyShake, y que estaba buenísima. Mientras esperaba que me prepararan mi malteada, me animé a preguntarle a una señora que también estaba esperando la suya si podía acariciar a su perrito. No había tocado a un perro en MESES, y pues estaba bien bonito. Era como salchicha pero con pelo largo.
Después de ese pequeño momento de felicidad extra, me la pasé dando vueltas por el centro porque no tenía nada mejor que hacer, pero ya me estaba cansando. Regresé a mi casa para descansar un poco antes del plan improvisado de la tarde-noche. Para más noticias positivas de este día, al fin crucé la calle con toda la confianza del mundo, sin correr, apretando los botones de los semáforos, y sabiendo los conductores serían suficientemente amables para cederme el paso. Me tardé bastante, pero por fin lo logré. De verdad no sé de dónde saqué tanta confianza y valentía este día, pero lo agradezco.
Mi habilidad/gusto por ponerme en situaciones incómodas me llevó a terminar en una cena con personas a las que nunca fui muy cercana, o con quienes nunca había hablado hasta ese día, o que de plano no conocía porque eran estudiantes de inglés. Primero, llegué fashionably late, pero aún así todavía no había nadie en el restaurante, al que tampoco había ido antes. Para terminar de empeorar la situación, no tenía el número de nadie del grupo (y tampoco sabía quienes iban a ir) más que de una compañera que todavía no llegaba, aunque según ella ya había alguien por ahí. En fin, después de casi entrar en pánico y querer regresar a encerrarme en mi casita, fui al restaurante casi media hora más tarde y sí encontré a alguien.
Al final, la noche no resultó tan bien como esperaba, pero siempre es mejor que estar en mi cuarto sin hacer nada. Salir de tu zona de confort no siempre va a traer resultados buenos, pero siempre quedará una experiencia o una lección que aprender. Me habían prometido una fogata en la playa, pero no hubo leña, ni bocinas para la música; así que solo nos fuimos a enfriar a la playa y luego al jardín. Poco más tarde, algunas chicas ya no "estaban de humor" para seguir la fiesta, así que se regresaron a su residencia en taxi y aproveché para irme con ellas ya que mi casa quedaba a unas cuadras. Por cierto, también fue la primera vez que tomé un taxi además del que me llevó del aeropuerto a mi casa cuando apenas llegué al pueblo. Definitivamente no fue una noche muy emocionante, y en general hubieron varios momentos incómodos y extraños; pero bueno. Ni siquiera era tan tarde, pero ya no había mucho que hacer por la zona por la que vivía y tenía mucho trabajo para el día siguiente.

Esto es todo por hoy, y como verán, no mentía cuando dije que había aprovechado al máximo los últimos días y hasta las últimas horas de Bournemouth. Creo que exageré un poco con la longitud de este post, pero era necesario. Ya verán lo que pasó los siguientes dos días, y mientras tanto me pueden ir diciendo cuántas veces mencioné que hice algo por última vez; o por primera, ya de paso. El siguiente post definitivamente me voy a inspirar para terminar esta serie, que sea un gran final. ¡Hasta entonces!