31/12/20

My Uni Life: 5.8

¡Hola! Aún me quedan algunas semanas que contar sobre mi quinto semestre, así que por lo menos escribiré una vez más antes de que acabe el año. Por ahora continuemos con la semana 8 y mi intento por crear una rutina durante el Lockdown 2.0.

Lunes. Me pasé todo el día en mi casita, haciendo la tarea para la clase del día en la mañana. Luego estuve escribiendo, lavé mi ropa, y en la noche hice una sesión de self-care con un buen baño y mascarilla.

Martes. Probé la app de Starbucks para pedir mi café Mocha (que ahora ya me gustó) por adelantado y nada más pasé a recogerlo. Me senté como media hora en el parque Weston antes de mis dos clases del día para aprovechar lo que parecía ser el último día de clima decente de la temporada, hasta me tocó un poco de sol. En la tarde por fin me inspiré lo suficiente como para terminar y entregar mi ensayo de Prosa Romántica, y con eso me quité un gran peso de encima.

Miércoles. Tuve la última sesión de reflexión sobre el evento de networking de la semana anterior. Justo antes de la sesión bajé a comer lunch y resultó que un gatito decidió visitarnos. No fue tan amigable como los otros porque no dejó que nadie lo tocara, aún cuando le di un poco de jamón, pero no me pude quedar mucho tiempo.

Jueves. Salí con mi amigo #1 porque ya tenía tiempo sin verlo, o sea más de una semana. Por fin saqué mi abrigo de invierno del clóset porque ahora sí empezó la temporada de frío en serio. Nos sentamos a congelarnos y comer un sándwich de Subway en el parque Devonshire Green. Luego fui por una dona al recién abierto local de Dunkin Donuts. Aprovechando que ya andábamos por ahí, fuimos a un café por unas bebidas calientes y nos quedamos otro rato en los Peace Gardens. Como ya había oscurecido y hacía demasiado frío, preferí regresar a mi casa en camión. Llegué justo a tiempo para un taller en línea de Escritura Creativa organizado por las Bibliotecas de Sheffield. Seguido hacen talleres pero casi siempre son de poesía y eso no se me da tanto, así que esta fue la primera vez que me uní a uno de esos. Me enteré de que hay toda una comunidad de escritores en la ciudad y pues ahora trataré de asistir a más clases.

Viernes. Me pasé toda la mañana en preparándome para ir a la tienda. Ya más tarde me metí a una clase de yoga pero me rendí a la mitad porque sigo sin ser lo suficientemente flexible como para seguir los ejercicios. Me pasé la tarde hablando con mis papás y luego armando el rompecabezas de Los Muppets que ya me gustó para hacer y deshacer porque solo es de mil piezas.

Sábado. Por fin me llegó una weighted blanket que pedí esa semana con la intención de que me ayude a dormir mejor y con menos frío. Ya reportaré si sí funciona, pero la primera noche sí me sentí aplastada. No me decidía si pedirla de 4 o de 6 kilos porque supuestamente debe ser el 10% de tu peso y yo estoy justo en 50 y algo, pero terminé eligiendo la de 6 y ahora no se si es demasiado para mí. Aproveché para limpiar mi cuarto, hacer un poco de tarea, y en la tarde pedí una súper hamburguesa de McDonald's para ver The Holidate y que me entrara un poco de espíritu navideño.

Domingo. Salí a caminar al jardín botánico y de compras a Ecclesall Road. En la tarde estuve haciendo más tarea y también escribí un poco para el blog. Para terminar la semana de nuevo hice noche de self-care con un baño relajante y una mascarilla.

No se por qué me tomo tanto tiempo haciendo actividades "relajantes" como yoga y poniéndome mascarillas porque no es que haga tanto durante la semana pero bueno, hace falta de vez en cuando. En fin, con esto me despido y aprovechando les deseo una feliz navidad atrasada y un buen año nuevo, o al menos que sea mejor que el 2020. ¡Hasta pronto!

23/12/20

My Uni Life: 5.7

¡Hola! He estado descansando mucho esta última semana pero por fin voy a ponerme a hacer algo productivo. Así que comencemos con las aventuras del Reading Week, la semana de descanso (todavía más descanso) a medio semestre. 

Lunes. Terminé el libro que estuve leyendo el fin de semana anterior, The Manifesto on How to Be Interesting. Sigue pendiente la reseña, pero es un libro que por años estuvo en mi lista para leer hasta que por fin lo encontré en una charity shop. Terminé y entregué mi ensayo de Poesía Romántica a pesar de que ya no sabía que más poner y apenas alcancé el mínimo de palabras. En la tarde pedí una hamburguesa con su respectiva malteada para celebrar.

Martes. Fue un día de flojera total que aproveché para organizarme: acomodé las notas de mis clases, escribí para el blog, y estuve jugando a mover los muebles de mi cuarto.

Miércoles. Tenía meses que no me paraba tan temprano, pero me propuse salir por un café al Costa que está cruzando la calle para que me ayudara a despertar. Nunca olvidaré la cara de sorpresa de mi homie #2 cuando pasé por la sala a las 8 de la mañana. La razón fue porque todo el día estuve en talleres y pláticas de un evento de networking, de 9 de la mañana a 5 de la tarde. Estaba muy nerviosa y terminé muerta de cansancio, pero todo salió bien para ser la primera vez que hacía algo así. Sigo sin tener mucha idea de qué hacer después de graduarme, pero de algo sirvió. Después de cenar, reacomodé mis muebles porque había movido el escritorio para tener un fondo decente y que no se viera mi cama, mis posters, o la ropa tendida en el calentador. 

Jueves. Se me olvidó que prometí despertarme temprano para una cita médica por teléfono, así que me despertaron a las 9:50. Eso fue lo más interesante del día, porque me la pasé descansando.

Viernes. Pedí un paquete para preparar mi propio "currywurst" del mismo que probé la última vez que fui al Peddler's Market. Hay que admitir que me salió muy bien. En la noche tuve la primera junta de la sociedad a la que me uní hace unas semanas, y la verdad me cayeron muy bien aunque nunca prendí mi cámara porque estaba disfrutando mi cena con una cervecita. Más tarde, volví a ver la serie Control Z otra vez de nuevo. 

Sábado. Estuve todo el día tratando de dedicarme a escribir mi ensayo de Prosa Romántica como hice la semana pasada con el de poesía, pero mi cerebro no cooperó, y al parecer se quedó apagado hasta el lunes porque no tengo ni idea de que hice ese domingo fuera de ir a la tienda porque ya no tenía comida.

Creo que este semestre me está costando todavía más trabajo concentrarme en las clases (como creo que a mucha gente también le ha pasado), aunque por suerte no tengo tantos tareas o proyectos que entregar hasta el final del semestre, así que mientras no me voy a preocupar. 

11/12/20

My Uni Life: 5.6

¡Hola! Ya que estoy más o menos adaptada e instalada de vuelta en México, puedo escribir a gusto y seguir actualizándolos con mis aventuras británicas. Así que comencemos de una vez con la historia de cómo sobreviví el fin de semana anterior.

Lunes. Estaba muerta y con ganas de dormir todo el día pero mi homie #2 me despertó a las 10 porque se le ocurrió ponerse a aspirar la sala porque iban a venir a revisar la casa. Sí me enojé, y todavía él me reclamó por dormir tanto. En un intento por mantenerme despierta me bañé en la mañana y apenas me dio tiempo de ver 1 de 3 videos para mi clase del día porque los subieron el día anterior. Además casi me quedo dormida durante la clase, lo cual no tuvo nada que ver con que estuviera en mi cama. En la noche todavía tuve una junta para un nuevo proyecto con varias sociedades Latinoamericanas en Inglaterra, y después de eso por fin pude dormir a gusto.

Martes. Otro día que estuve en modo zombie pero pues tuve que salir a mis clases y luego a la tienda. En la noche pasé a saludar a mi amigo #1 a su trabajo porque él me dijo, pero resultó que andaba muy ocupado y solo me comí una rebanada de cheesecake mientras lo veía dar vueltas e ignorarme. Al menos el pastel estuvo bueno.

Miércoles. Me volvieron a despertar en la mañana, pero esta vez fue mi homie #1 gritándole a mi homie #2 desde la cocina hasta su recámara en el tercer piso. Si quieren ser buenos housemates, no hagan eso. En la tarde tuve una sesión de preparación para un evento de la universidad de networking al que me inscribí. Estaba bastante nerviosa pero la peor parte fue la semana siguiente, ya les contaré cómo fue.

Jueves. Me desperté hasta la 1:30 porque por fin no tuve responsabilidades en todo el día. Fui al parque Crookes Valley a practicar en la patineta con mi amigo #1, aunque ya había gente de la sociedad en el parque y nos dio pena porque seguimos siendo principiantes, así que más bien sacamos a pasear a nuestras patinetas. Fuimos a comer al parque Devonshire Green más cerca del centro, aunque como justo este día comenzó el Lockdown 2.0, solo pudimos pedir comida para llevar y congelarnos en el parque mientras comíamos, porque también fue de los primeros días en los que la temperatura no pasó de 10 grados. Al final casi tuvimos que salir corriendo porque resultó que había ratas atrás de nosotros en la jardinera donde nos habíamos sentado y pues sí nos asustaron.

Viernes. Me pasé la mañana escribiendo y preparando el blog, y más tarde solo estuve haciendo el trabajo que había estado evitando como revisar emails y esas cosas aburridas. Luego de una siesta, me puse a preparar mi nuevo experimento de comida. Usé la receta del restaurante donde trabajo para preparar unos taquitos de bistec, y hubieran visto qué buenos me salieron. 

Sábado. Me pasé casi todo el día leyendo un libro por gusto (tal vez después escriba una reseña) en lugar de uno para mi curso, pero al menos no perdí el tiempo. En la noche me dieron ganas de acomodar mi vida, o por lo menos mi cuarto, así que organicé lo más que pude, puse mi ropa a lavar, y hasta aspiré mi alfombra.

Domingo. Un clásico día británico de otoño, con menos de 10 horas de luz del día, todo completamente gris, con mucha niebla y en general algo triste. Me la pasé aburrida trabajando de poquito en poquito en mi ensayo de Poesía Romántica, leyendo, y viendo los videos de mis clases.

Y pues sí. De verdad esperaba poder pasar más días tirada en mi cama recuperándome, pero la mitad del semestre es un periodo agitado y apenas pude dormir decentemente. En fin, con el anuncio del nuevo Lockdown resultó que ya no pude trabajar más que una sola vez porque cerraron los restaurantes que no tuvieran servicio para llevar; aunque las clases presenciales continuaron, por alguna extraña razón. Lamentablemente ya que estaba haciendo más frío y con todos los lugares cerrados, me la pasé encerrada casi todo el mes siguiente, lo cual era claramente el plan del gobierno pero se sintió más feo que la primera vez. En fin, eso no significa que no hice nada durante todo ese tiempo, pero ya les iré contando. Sin más que agregar por el momento, ¡nos vemos!