¡Hola! Este es el último post sobre lo que hice en el verano antes de regresar a México. Como no quería pasar mucho tiempo sola en mi nueva casa y aprovechando el buen clima, estuve saliendo mucho a dar vueltas. Pero bueno, terminemos con esto.
Julio 6
Oficialmente se acabó el contrato del departamento, aunque todavía podría entrar... Podría. Pero queda medio lejos y la verdad no tengo razón para ir a pasear por esa zona.
Me la pasé casi todo el día en la casa, limpiando, desempacando y acomodando mi cuarto. Ahora tengo más muebles aunque no tengo tantas pertenencias como para llenarlos, pero al menos mis cosas ya están más y mejor organizadas. Salí en la tarde al edificio de la Unión de Estudiantes a comer y por un té con tapioca para tener una excusa para quedarme por ahí y aprovechar el internet hasta que me corrieron porque ya iban a cerrar. Luego me quedé sentada afuera otro rato para seguir usando el internet y aparte asolearme un poco. Este día no hizo tanto calor, pero el sol calentaba un poco.
En la noche por fin me animé a llamar al centro de ayuda para que arreglaran mi módem y resultó bastante sencillo, luego de que mis flatmates, ahora futuros housemates, no me quisieran ayudar (porque si se me complica hacer llamadas además de que me ponen muy nerviosa). Así que, ¡ya tengo internet! Y ya que estaba de valiente con las llamadas, aproveché para llamar a Aeroméxico y pagar por el equipaje que no estaba incluido para mi vuelo a México.
Julio 7
Me pasé el día adentro para hacer un inventario improvisado porque aún no había recibido el oficial; revisando que todo funcionara y que no faltara nada. No tengo problema con revisar los cuartos, excepto por tener que subir escaleras, pero lo que sí me da cosa es ir al sótano solita. No tiene nada de malo, solo siento raro y no me termina de convencer porque yo quería una casa sin sótano. Pero la democracia ganó.
Más tarde fui a comer al centro. Había visto que había un festival de comida que hacen cada mes o algo así; bastante seguido. Tenía antojo de salchichas alemanas como la que se comió mi flatmate #2 una vez que fuimos, pero esta vez no llegó el puesto. Así que tuve que conformarme con un plato de paella y un vasito de jugo de naranja para bajar la sed. Otra vez estuvo haciendo calor, y con tanto caminar se sentía peor.
Luego me seguí por un camino nuevo, por el cual descubrí varios lugares interesantes que tal vez luego visite, hacia Kelham Island para ir a Church y aprovechar que estaban celebrando un año de abrir el negocio para probar el cóctel especial que hicieron de Birthday Cake. No me gustó tanto porque tenía licor de café y no soy fan del café, pero fue divertido ir a tomar un trago como la mujer fuerte e independiente que más o menos soy, hehe. También me di cuenta de que tal vez ya no vaya tan seguido a Kelham Island porque el camino de subida hacia la nueva casa está más pesado aunque esté más cerca. De cualquier manera no iba tan seguido.
En la tarde/noche hice una videollamada con mis papás y les di el tour por la casa, que voy a tener que repetir para mis flatmates, ahora housemates (o sea de compañeros de departamento a compañeros de casa, pero siguen siendo los mismos). Al parecer aquí son muy específicos con el título de qué tipo de compañeros son.
Julio 8
Hice la videollamada tempranera con mis flatmates a las 8 de la mañana porque flatmate #1 está en un viaje escolar en Corea y tiene un horario medio extraño, pero ya les recordé como era la casa sin incluir a las arañas y el desastre en mi cuarto.
Después de desayunar fui a la tienda de bienes raíces de donde rentamos la casa para preguntar por el inventario, porque supuestamente teníamos una semana para completarlo y reportar todo lo que necesitara reparación, pero no nos habían mandado nada hasta que fui a reclamar. No sé para que me hice responsable de todo si soy la peor persona para reclamar y todo eso, pero más o menos me salió.
Aprovechando la salida, pasé a comprar recuerditos a la tienda de la universidad y a comprar un sándwich ya que andaba por ahí. Luego fui por un frappé a Starbucks y me fui a sentar al parque cerca de la universidad, Weston Park. Estuve admirando a los perritos que pasaban mientras me terminaba mi bebida, y ya que me tomé el frappé fui a recorrer el museo de Weston Park. Solo había ido una vez, cuando fui a ver Jurassic Park una noche con mis flatmates, pero la mayor parte del museo estaba cerrada. Estuvo interesante porque hay varias exposiciones principalmente sobre la historia de la ciudad en diferentes periodos de tiempo, y hay muchos datos curiosos de la "ciudad del acero" de Inglaterra.
Salí poco antes de que cerrara el museo, y luego regresé a la casa. Lo que quedó del día me dediqué a hacer todas las tareas del hogar como la señora que ahora soy. Puse mis cumbias (bueno, mi playlist equivalente de pop-punk), puse mi ropa en la lavadora, y aprendí a usar la lavadora; y preparé mi cena de fideos con salsa extraña y camarones; lo cual fue donación de mis flatmates #1 y #4, menos por los camarones. Sí me sentí bien señora bailando y cantando por la cocina mientras cocinaba con la lavadora de fondo, y fue muy divertido sobre todo porque ninguno de mis flatmates me vio así.
Cuando terminé de cenar hice mi noche de spa. Tomé un baño para estrenar la tina con una bath bomb de lavanda que compré en Lush, me puse una mascarilla facial de Sephora, y puse la serie de That 70's Show en mi laptop para relajarme completamente. Sí funcionó, y me cayó muy bien el baño caliente.
Julio 9
Creo que fue el día en el que salí más temprano en la última semana. Corrí en la mañana para ir a Superdrug y arreglarme las cejas, cosa que hago casi cada 6 meses. Luego pasé por comida para dos días a Tesco, en una misión para encontrar un chocolate untable de Cadbury para llevarles a mis papás, estilo Nutella pero mejor. Al parecer tiende a desaparecer de todas las tiendas cuando la quiero comprar para llevarla a México, aunque la uso para desayunar diario. Lo bueno es que sí encontré un solo tarro después de ir a 4 tiendas diferentes. Para ahorrar tiempo, quise tomar el autobús de regreso a la casa pero ya no tenía nada de efectivo ni de cambio, así que tuve que caminar. De todos modos tardé menos de dos horas en el recorrido completo.
Ya teniendo el documento oficial para el inventario, le pedí ayuda a la mamá de mi flatmate #1 para revisar todas las correcciones que hice para que no se me escapara nada, y para ver si realmente había problemas o solo era yo que no sabía como usar algo. No hubo mucho problema, y se fue después de enseñarme algunas fotos de mi flatmate #1 cuando era pequeña. Ahora me cae mejor la señora.
Luego de la visita rápida, me quedé toda la tarde viendo más capítulos de That 70's Show porque ya me gustó, y también terminé de empacar mi maleta para salir al siguiente día a México. Lo único que me faltó meter fue la ropa que lavé el día anterior, porque la saqué de la lavadora en la noche y no la quise dejar colgada afuera en la noche ni mientras salía en la mañana, y para cuando regresé estaba lloviendo ligeramente, así que dejé mi ropa colgada en todas las sillas que encontré disponibles.
Julio 10
Revisé que todo estuviera apagado y listo, me bañé, saqué la basura, y guardé mi ropa que seguía húmeda porque el día anterior estuvo lluvioso (porque esto es Inglaterra). Guarde todo lo de último segundo como mi celular, revisé que todo estuviera completo, y esperé a mi Uber para ir a la estación de autobuses. Como entenderán, no iba a tomar el camión ni a caminar cargando tremenda maletota de casi 21 kilos. Resultó que pesó como 20.5 hehe. Una vez en la estación, me preparé para mi viaje de 6 horas en el autobús guajolotero hacia Heathrow que hizo paradas en como 4 ciudades. Lo bueno es que fue con tour incluido. Llegué al aeropuerto con suficiente tiempo para mi vuelo a las 10:30 de la noche y para llegar a la Ciudad de México a las 4 de la mañana. Yay. Y con este pequeño recorrido me despedí de Inglaterra por un rato.
Hasta aquí llego con las aventuras de verano solitario en Sheffield. No fue tan solitario como creí, pero sí pasé casi dos semanas viendo en qué me entretenía mientras llegaba el día de mi vuelo, y todo por irme en un avión barato. En fin, este mes estaré escribiendo más sobre restaurantes mexicanos en el extranjero en lo que empiezan las clases y vuelvo a hacer cosas interesantes. Así que me despido por el momento, ¡hasta pronto!